En un acto emotivo, amigos, familiares y miembros de la Policía se reunieron en el cementerio del sur de la ciudad para rendir homenaje a la patrullera Paula Ortega, asesinada hace un año por disidencias de las Farc en el centro de Neiva.
Durante la ceremonia, una allegada a la familia expresó el sentir de los presentes: “Hay cosas que no entendemos, no hay palabras para poder entender tanto dolor, pero que ustedes estén acá, es una muestra de amor”. La Policía Nacional adelantó una ofrenda floral y se escucharon sentidas palabras, cánticos y oraciones elevadas por el descanso eterno de Paula.
Paula Ortega, de 28 años, se dirigía en su motocicleta a recibir su turno en el oriente de Neiva cuando fue interceptada por dos disidentes armados en el semáforo del barrio Calixto. Los atacantes, quienes la habían estado persiguiendo, le dispararon y la despojaron de su arma de dotación.
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Gracias a la rápida reacción de las autoridades, los autores del crimen, Yeison Fernando Ramírez Fajardo, de 31 años, y Nelson Ocampo Morales, de 29 años, fueron capturados ese mismo 2 de agosto. Desde entonces, ambos se encuentran privados de su libertad.
Al cumplirse un año de su muerte, los compañeros de la patrullera Ortega la recuerdan no solo como una colega dedicada, sino también como una madre e hija cuya ausencia sigue dejando una profunda herida. El homenaje de hoy reafirma que su memoria sigue viva entre quienes la conocieron y amaron, y que el dolor por su pérdida aún perdura.
La conmemoración de Paula Ortega, recuerda también la valentía y sacrificio de aquellos que trabajan por la defensa del país, enfrentando peligros diarios para proteger a la comunidad. Su legado y su ejemplo permanecen como un recordatorio de la fragilidad de la vida y del impacto duradero de la dedicación y el servicio.
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