La violencia en el departamento del Huila, perpetrada por grupos armados al margen de la ley, continúa sembrando terror y dolor en nuestras comunidades. La reciente y trágica muerte del profesor Edgar Eduardo Victoria Segura es un recordatorio doloroso de la fragilidad de la paz y la seguridad en nuestra región.
El profesor Victoria Segura, un dedicado educador de la Institución Educativa Monte Cruz del resguardo de Vitoncó en Páez, Cauca, regresaba a su tierra natal cuando fue víctima de un acto de barbarie. El vehículo en el que viajaba junto a otros profesores, un conductor y una menor de edad, fue interceptado por un grupo armado en la vía que conduce de Belalcázar, Páez, a La Plata, Huila. Sin mediar palabra, los atacantes abrieron fuego, resultando el profesor gravemente herido y falleciendo posteriormente en el hospital de La Plata.
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La senadora Aida Quilcué denunció en sus redes sociales los hechos, describiendo con angustia el ataque que ocurrió en el puente de Ricaurte. Según la Guardia Indígena Nacional Cric, hombres armados sin identificarse fueron los responsables de este acto atroz que no solo arrebató una vida valiosa, sino que también dejó una cicatriz profunda en el tejido social de nuestra comunidad.
Es imperativo que como sociedad rechacemos con firmeza estos actos de violencia. No podemos permitir que la intimidación y el terror se normalicen en nuestro diario vivir. La educación, representada por figuras como el profesor Victoria Segura, es la piedra angular del desarrollo y la esperanza de nuestras futuras generaciones. Atacar a nuestros educadores es atacar el futuro de nuestros niños y jóvenes, es atentar contra los sueños y aspiraciones de toda una comunidad.
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Demandamos justicia para Edgar Eduardo Victoria Segura y para todas las víctimas de la violencia en nuestra región. Exigimos a las autoridades competentes una respuesta contundente y efectiva que no solo esclarezca este crimen, sino que también prevenga futuros actos de barbarie. La presencia de grupos armados ilegales no debe ser tolerada en ninguna parte de nuestro territorio. Necesitamos acciones decididas que garanticen la seguridad y la paz en Huila y en todo el país.
La construcción de una sociedad justa y en paz es responsabilidad de todos. Desde este espacio, hacemos un llamado a la unión, al diálogo y a la acción colectiva para rechazar la violencia y promover una cultura de paz. Que la memoria del profesor Edgar Eduardo Victoria Segura nos inspire a seguir luchando por un Huila libre de miedo y lleno de esperanza.
