El desarrollo integral de una región depende básicamente de tres factores: sus recursos naturales; humanos y el liderazgo proactivo de sus dirigentes políticos, empresariales, culturales y sociales.
Dentro del aspecto institucional y considerando que Colombia es un país de regiones donde por el excesivo sistema político centralista, también influye de manera significativa, el peso específico que la dirigencia regional logre obtener en las altas esferas del gobierno nacional.
En estas circunstancias, las universidades juegan un papel trascendente, consistente en ser los faros que iluminen el camino del desarrollo, con fundamento en sus fortalezas académicas y científicas, así como en la formación de los recursos humanos que habrán de ejercer ese liderazgo proactivo.
No obstante, la universidad pública tiene mayor responsabilidad que la privada en esta misión formadora de los nuevos liderazgos, precisamente porque sus recursos económicos dependen del gobierno nacional con apoyos eventuales de las entidades territoriales, departamentos y municipios.
En este claro contexto, la caótica situación institucional, académica y administrativa que desde hace 20 años viene padeciendo la Universidad Surcolombiana; ha llegado a niveles insostenibles, porque la tienen secuestrada diferentes estamentos tanto del interior como del exterior del alma mater regional. Lo más grave de todo es que esta languideciendo ante la indiferencia inexplicable de la sociedad civil y demás actores del desarrollo regional.
Lo que ocurre desde hace ya más de dos años parece ser el episodio final que tanto unos como otros; de los actores endógenos y exógenos que la tienen secuestrada; habrá de significar el punto de quiebre para su intervención por parte del gobierno nacional.
La crisis es tan profunda y tan prolongada que no tiene otra alternativa de solución que la urgente y radical intervención por parte del presidente Duque.
A propósito, conviene preguntarse si los representantes personales del presidente y la ministra ante el Consejo Superior, han ejercido cabalmente su deber de informar lo que allí ocurre y de solicitar esa intervención; o si, simplemente se han limitado a ser espectadores pasivos de la crisis.
Por otra parte; es injustificable que el gobernador no haya ejercido su liderazgo institucional frente a los demás miembros del Consejo Superior, para evitar la prolongación de la agonía que perjudica ostensiblemente el futuro inmediato de los huilenses y surcolombianos; pues el desarrollo regional se ha estancado de manera dramática, al punto que ya estamos en el tercer lugar de los departamentos más rezagados, según la medición nacional en las cifras del Dane.
Desde luego es indispensable preguntarse también donde está el liderazgo nacional de los actuales congresistas del Huila, especialmente de quienes tienen gran cercanía con el presidente Duque, para que promuevan la decisión de la intervención para salvar a la USCO. ¿Será que no son conscientes de la trascendente misión que ella representa para orientar el desarrollo integral de la región? O será que esto no les interesa y que prefieren la anarquía y el caos institucional que allí impera para seguir pescando en rio revuelto?
Nada se saca con destinar enormes recursos presupuestales de la Nación para garantizar la gratuidad de la educación de los jóvenes de estratos 1 2 y 3; si no se toman decisiones estructurales que pasen por la reorientación de los pensum académicos; de mejorar la calidad de los programas y su pertinencia con las necesidades actuales y futuras de la región.
Es imperativo que las fuerzas cívicas y sociales, los periodistas, los voceros de los gremios, la comunidad educativa no comprometida con esos actores internos y externos que han causado la crisis y su permanencia, y en general quienes apreciamos el valor inestimable de la universidad pública, hagamos causa común para rescatar a la USCO de sus secuestradores, exigiéndole al gobierno Duque que asuma con coraje la intervención ad/va, única solución de fondo. Como dice el refrán popular “a grandes males grandes remedios”.
