DIARIO DEL HUILA, REGIONAL
Por: Daniela Gutiérrez
Su historia de vida lo marcó. Cuando tocó fondo decidió darle un cambio a su vida y así fue como nació la Fundación Social Paz & Esperanza. Eso precisamente representa él para los más de 120 niños, niñas y adolescentes que la conforman. A través de escuelas deportivas le ofrece a la población más vulnerable del municipio de Algeciras espacios de sana convivencia.
Jhon Smith Rincón es un algecireño de 35 años que desde el 2017 viene trabajando para sacar adelante uno de los sueños más grandes de su vida; la Fundación social Paz & Esperanza, la cual nació a partir de querer resarcir el daño causado a la sociedad. Son cerca de 120 niños, niñas, adolescentes y madres cabeza de familia los que integran esta fundación que hoy por hoy se consolida como una oportunidad de ofrecer a la población más vulnerable, espacios de sana convivencia y libre recreación.
El hoy director de la fundación Paz & Esperanza asegura que ha levantado esta fundación “con las uñas”, que no ha sido un trabajo fácil al no tener recursos fijos que aporten en las necesidades de la misma, pero que el compromiso social que ha adquirido es tan grande que no se concibe la idea de dejarla acabar.
Su historia
Él al igual que su familia era un campesino que vivía en la zona rural del municipio de Algeciras, históricamente golpeado por la violencia y el conflicto armado. Esta situación llevó a que el entorno de Jhon no fuera el más indicado para un niño curioso que poco a poco se fue deslizando hacía una decisión errada.
“Directa o indirectamente resultábamos involucrados en este contexto. Desde muy pequeños mis padres se trasladaron a la zona urbana de Algeciras con tal de que mis hermanos estudiaran y ya viviendo ahí uno de mis hermanos ingresó a las filas de las FARC”, recordó Jhon Smith.
Se describe como un adolescente que soñaba con llegar a ser futbolista profesional, pero parecía que la vida le tenía otro destino. Quería estudiar, ser profesional, “pero mi familia muy corta de recursos no podía darnos todo esto”, indicó.
A los 5 años conoció un arma pues su curiosidad de niño lo llevó a irse acercando a las que él veía sin ninguna malicia. Era un niño y todavía no sabía a lo que se estaba enfrentando. Cuando tenía 13 años empezó a “hacerle favores”, como él lo relaciona a personas vinculadas a las antiguas FARC y a la edad de 16 años Jhon ya estaba totalmente incursionado en este mundo.
Una situación de salud le permitió salir de licencia e irse alejando de las armas y la violencia, pero fue sólo hasta cuando su hermano murió en combate que les tocó perder el arraigo y salir de sus tierras, “fue una situación muy dura para la familia, la fuerza pública rodeaba la casa, a mi mamá le vivían pidiendo papeles y bueno, eso y la muerte de mi hermano los llevó a ellos a salir de Algeciras”, explicó.
Tocar fondo
Jhon Smith contó que hacia el año 2015 tuvo un proceso de judicialización que lo llevó a parar a la cárcel donde respondió por sus actos. Tuvo la oportunidad de acogerse al Acuerdo de Paz y gracias a eso su pena en la cárcel no fue tan larga, aún así él asegura que “allá un mes es un año y un año son diez”.
Lo que este hombre no conocía era el propósito de estar en ese lugar, que más que pagar por sus acciones lo llevó a encontrar la forma de reparar todo el daño que en algún momento cometió. “Estando allí me di cuenta de que los jóvenes no tenían oportunidades, muchos cumplían los 18 años y llegaban remitidos de un reformatorio por distintos delitos. Ahí pensé en crear una fundación porque de alguna manera cuando estaba en las FARC hice trabajo político social”, contempló.
Además de esto él se da cuenta que el 98% de la población carcelaria fumaba, “lo que me dio la idea de crear espacios para que los jóvenes se alejaran de los problemas psicosociales que les afectaba su desarrollo y su proyecto de vida”, aseguró el hoy director de la fundación Paz & Esperanza.
Sus inicios
Torneos por la paz fueron los primeros juegos que Jhon organizó y con el paso de los días socializó la idea de crear una fundación y a partir de ayudas comunitarias convocada por ARN Jhon presentó la idea y pudo crear su fundación.
En el 2019 logró que se constituyera legalmente en Cámara y Comercio del Huila lo que le dio la posibilidad de hablar con la comunidad y socializar la intensión de crear espacios para trasformar el tejido social y acercas las comunidades a través del deporte.
Se crearon las escuelas de Futbol, teatro y música. Arrancaron con 30 muchachos y con el paso del tiempo la población fue creciendo de manera exponencial con una población de niños, niñas y adolescentes desde los 5 a 18 años.
Todo el trabajo ha sido movido a partir del trabajo comunitario y voluntario en donde estaba además de la formación deportiva el embellecimiento de escenarios deportivos, se les enseña la responsabilidad ambiental, crearon el primer torneo de futsal “por la paz y la reconciliación” donde participaron 3 categorías.
No hay apoyo
Frente a todas esas iniciativas, Jhon Smith aseguró que “no es fácil trabajar cuando no hay apoyo de los entes gubernamentales. Tenemos una cancha municipal pero siempre tenemos dificultades para utilizarla. Nosotros no manejamos recursos porque las clases y todo para los niños es gratis. La idea es que el que quiera pueda participar, porque yo quiero que ellos tengan la oportunidad que yo no tuve de hacer parte de una escuela de formación deportiva”.
William Sánchez es uno de los aliados voluntarios que ha facilitado la cancha sintética de su propiedad para que los chicos de esta fundación puedan realizar los torneos. En el año 2021 Jhon pudo hacer realidad el sueño de algunos miembros de su equipo de ver jugar a un equipo profesional. “Gestioné y los llevé a Neiva a ver jugar el Atlético Huila, me regalaron 20 entradas, alguien más puso el transporte y me los traje. Eso fue lo máximo para ellos, algunos ni siquiera habían salido de Algeciras”, contó Jhon.
Poco a poco este soñador ha ido logrando su objetivo, abriendo puertas y logrando que una población vulnerable, de un municipio históricamente golpeado por la violencia tenga la oportunidad de tener escenarios sanos y que alejen a los más pequeños de las problemáticas sociales.
“Aquí yo si les hago un llamado a los entes gubernamentales y a las Administraciones a que apoyen estas iniciativas porque esto es construcción de tejido social, yo tengo niños y familias que han sido víctima del conflicto como lo fui yo y si esto se acaba pues ellos quedan desamparados”, dijo Jhon.
Un nuevo sueño
Con el Fondo Europeo para la Paz, Jhon Smith Rincón se encuentra impulsando unidades productivas con proyectos encaminados al cultivo y producción de café. “Con ese fondo conseguimos un recurso para llevar al Tecno Parque de Pitalito a 20 jóvenes para que se formen en actividades relacionadas con el café. Esto es toda una semana y se va a hacer con la Universidad Surcolombiana, la idea es que vayan becados”, señaló.
La idea a mediano plazo es tener una comercializadora de café que permita tener un soporte económico para la Fundación. “Con esto queremos que los jóvenes encuentren su proyecto de vida. El año pasado a una chica de la fundación le encontramos una beca con la Federación Mesa Nacional del Café de la cual hacen parte organizaciones de personas firmantes del acuerdo de paz, fue cerca de 50 días al Departamento del Cauca y hoy es certificada en barismo” concluyó Rincón.
Es así como este líder ha venido cambiando la realidad de personas cercanas a su comunidad algecireña a la cual busca resarcir por todo el daño recibido a partir de la violencia que han vivido sus habitantes.
