En conmemoración del Día Mundial del Alzheimer, que se celebra cada 21 de septiembre, se destacan las complejidades de la demencia tipo Alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa que afecta a millones de personas en todo el mundo. Según datos alarmantes, aproximadamente 55 millones de individuos sufren de demencia, y entre el 60% y el 70% de ellos tienen Alzheimer.
El Alzheimer, descrito por el neuropsiquiatra y patólogo alemán Alois Alzheimer en 1906, es la forma más común de demencia en todo el mundo. «Cerca de 55 millones de personas padecen demencia en el mundo y de ellos, el 60% al 70% tienen la enfermedad de Alzheimer», señaló el profesor de neurología de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario, Leonardo Palacios Sánchez.
De acuerdo con el Informe Mundial sobre el Alzheimer de 2022, cada tres segundos una persona desarrolla algún tipo de demencia en el mundo. «Esta cifra sigue en aumento debido a la tendencia hacia una mayor longevidad de las personas, conocida como envejecimiento poblacional. Esto afecta particularmente a países en vía de desarrollo en Latinoamérica, como el nuestro», agregó Palacios.
La enfermedad de Alzheimer se manifiesta en dos formas distintas: esporádica, que representa el 96% al 98% de los casos en todo el mundo, y hereditaria, que afecta al 2% al 4% de los pacientes, según el neurólogo de la Universidad del Rosario.
La enfermedad se caracteriza por la muerte neuronal, atrofia cerebral y la acumulación de dos tipos de proteínas, la TAU y la beta amiloide, lo que conduce a la pérdida progresiva de funciones cerebrales. «Desde el inicio de la enfermedad hasta las etapas más graves, pueden transcurrir de 8 a 10 años, pero hay variabilidad individual», explicó Palacios.
Desde el punto de vista clínico, el Alzheimer se manifiesta a través de un deterioro gradual en las funciones mentales, comenzando típicamente con la pérdida de memoria y afectando la orientación, el pensamiento, el juicio, el razonamiento, las habilidades matemáticas, el lenguaje y el comportamiento, así como las habilidades sociales.
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«Los pacientes pueden olvidar contraseñas de cajeros automáticos, tareas que antes realizaban con facilidad, como cocinar o utilizar una computadora, e incluso perderse en su propio vecindario. En etapas más avanzadas, pueden dejar de reconocer a personas conocidas, incluso a sus seres queridos», advirtió Palacios Sánchez.
Para establecer un diagnóstico de Alzheimer hereditario, Palacios recomendó realizar baterías diagnósticas para estudiar la genética de la persona afectada y de sus familiares cercanos. El diagnóstico debe ser llevado a cabo por especialistas en neurología, psiquiatría o geriatría, involucrando una detallada historia clínica, examen físico y neurológico exhaustivos, así como diversas pruebas diagnósticas, como imágenes cerebrales y evaluaciones neuropsicológicas.
Actualmente, existen medicamentos como rivastigmina, memantina, donepezilo y galantamina que pueden retrasar la progresión de los síntomas, así como programas de rehabilitación neurocognitiva que brindan apoyo a los pacientes.
En julio de 2023, la Agencia Reguladora de Fármacos y Alimentos (FDA) de los Estados Unidos aprobó un nuevo medicamento llamado lecanemab-irmb para el tratamiento del Alzheimer, aunque aún no está disponible en otros países.
En cuanto al futuro, se están investigando diferentes posibilidades prometedoras, como vacunas para prevenir la enfermedad, terapia génica para insertar genes protectores en el ADN, medicamentos que reduzcan la acumulación de proteínas en el cerebro y la implantación de células madre en pacientes afectados.
El profesor Palacios también destacó la importancia de brindar apoyo a los familiares, ya que a menudo se convierten en cuidadores de personas con Alzheimer, lo que puede generar desgaste psicológico y físico. La investigación y el desarrollo en curso ofrecen esperanza para un mejor entendimiento y tratamiento de esta devastadora enfermedad neurodegenerativa.
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