Salud Empática
Por: Adonis Tupac Ramírez
Queridos lectores, hoy continuamos con la segunda parte de esta crónica.
Ingresó en regular estado general, por lo que fue pasado directamente a cirugía. Su aspecto era desastroso, era un habitante de calle que estaba sucio, con cabello y barba larga y descuidada, y una delgadez extrema, pero lo que me llamó mi atención era su voz amable y su forma cordial para tratar a las personas, algo que no encajaba con su aspecto. Le realizamos una laparotomía y toracostomia cerrada, pues tenía heridas en el intestino delgado y en el pulmón derecho. Salió estable de cirugía y no requirió cuidados especiales y fue trasladado a hospitalización general. Hicimos una gran relación, como lo había dicho era una persona muy amable y además había sido buen lector, por lo cual teníamos mucho de qué hablar. Cuando tuve más confianza le pregunté por su vida, así me contó que era de Pereira, había tenido una carrera técnica y un trabajo digno, también había tenido una esposa y dos hijos y absolutamente todo lo había perdido por la droga. En un comienzo se hizo adicto a la marihuana, luego a la cocaína y al bazuco, perdió su pequeña empresa y dejó a su familia abandonada, se había entregado a la calle y había empezado a recorrer el país siempre en busca de la droga.
Estaba en Neiva desde hace unos años y cuidaba los carros de las personas que llegaban a comer a Caldo Parao. Allí lo estimaban porque no era violento ni tampoco robaba. La noche en que llegó al hospital había sido víctima de varias puñaladas por otro habitante de calle que le robó lo que había conseguido en el día, la dureza de la calle, donde una vida a veces puede valer menos de mil pesos. Estuvo hospitalizado más de una semana y hablábamos todos los días, yo le insistía en que dejara la droga, le decía que él era capaz, que se pusiera pilas, que yo tenía una buena biblioteca para compartir con él, y como buen adicto me decía que sí a todo y yo en verdad creía.
Salió del hospital el 30 de junio, día de San Pedro en la ciudad, es el día de mayor rumba con un gran desfile de carrozas folclóricas con las candidatas al reinado nacional del bambuco, y luego de eso no volví a saber de Roberto.
