El Comité Intergubernamental de Patrimonio Mundial aprobó la inscripción del Museo Sitio de Memoria ESMA Ex Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
El recinto hoy es un museo del Espacio para la Memoria y la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos.
La inclusión del bien en la nómina –impulsada por el Estado argentino a través de sus ministerios de Educación, Cultura, Relaciones Exteriores y Justicia y Derechos Humanos– se fundamenta en el criterio vi de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural de 1972: “estar directa o materialmente asociado con acontecimientos o tradiciones vivas, ideas, creencias u obras artísticas y literarias que tengan una importancia universal excepcional”.
El ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, sostuvo que “el pasado reciente y el terrorismo de Estado son temas ineludibles de la educación argentina y aspectos constitutivos y centrales del diseño curricular. Para tener futuro, debe haber un sitio de la memoria”.
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“Desde el Ministerio de Educación nacional trabajamos para la construcción de ciudadanías democráticas, la convivencia pacífica y el fortalecimiento de lazos en los cuales las diversidades y las diferencias sean celebradas y parte de nuestra vida en común”, resaltó Perczyk que además preside La Comisión Nacional Argentina de Cooperación con la Unesco (CONAPLU).
El procedimiento para incluir al Museo Sitio de Memoria ESMA en la Lista Tentativa Nacional se inició en 2015 y se hizo efectivo en 2017 por decisión del Comité Argentino del Patrimonio Mundial, presidido por la Comisión Nacional Argentina de Cooperación con la UNESCO.
En 1924 la Municipalidad de Buenos Aires cedió 17 hectáreas a la Armada con un fin específico: la instalación de la escuela de suboficiales. La primera construcción, inaugurada en 1928, fue el edificio conocido como Cuatro Columnas, ubicado en el Pabellón Central.
A partir 1976 en la ESMA funcionó un Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio por el que pasaron unas cinco mil personas detenidas-desaparecidas.
El Casino de Oficiales fue el núcleo de la actividad represiva, pero todo el predio con sus edificaciones, incluidas las instituciones educativas, estuvo al servicio del accionar ilegal. De este modo, toda la estructura cumplió con una doble función: escuela y centro clandestino.
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