Por: María Clara Ospina
Para quienes piensan que Colombia ha sido lenta en la obtención y aplicación de vacunas, les quiero contar que a nivel mundial no estamos tan mal. Aun cuando varios países del área, siendo Chile el mejor ejemplo, nos ganaron en rapidez, efectividad y organización.
Para nuestro consuelo, la situación de vacunación en la Unión Europea (UE) ha estado muy cerca de ser un debacle. Algo sorprendente, teniendo en cuenta que esta es una de las regiones más ricas del mundo, que supuestamente tiene excelentes sistemas de salud y una avanzada tecnología. Además, importantes laboratorios del mundo tienen sus sedes en los países europeos.
La respuesta más rápida a la pandemia, inicialmente, fue de Alemania. Sin embargo, luego de agrias disputas de cómo se deberían comprar y distribuir las vacunas entre los países de la Unión, además a una sorprendente incapacidad para hacerlo con rapidez y efectividad, causó que hoy la vacunación en el área avance con igual lentitud que en los países del tercer mundo.
Según The Economist (04/ 03/21), en la UE solo el 14 % de la población adulta ha sido vacunada, en comparación con el 58% en Gran Bretaña y el 38% en Estados Unidos, donde ya ha comenzado la vacunación de los jóvenes hasta de 16 años en Estados como la Florida.
Esto, a pesar de que la UE cerró acuerdos el año pasado con seis laboratorios, asegurando más de 2.000 millones de dosis, cantidad suficiente para los 450 millones de habitantes de los 27 países miembros.
La UE ha tenido graves problemas de producción y distribución. Erróneamente pensó que sus pedidos de vacunas estarían listos rápidamente, algo que no sucedió.
Además, los altos niveles de escepticismo de su población han provocado que miles de dosis de la vacuna AstraZeneca no se hayan utilizado, luego de irresponsables afirmaciones de Emanuel Macron sobre su efectividad. Dichas declaraciones fueron corregidas, pero ya el “mal” estaba hecho. Muchos se han negado a recibirla.
En general, los europeos tienen una mayor oposición a colocarse la vacuna que el resto del mundo. El 43% piensan que debilitará su sistema inmunológico, o tendrá consecuencias secundarias.
La compleja burocracia del sistema de gobierno de la UE también ha tenido un alto impacto negativo en la crisis de vacunación. Sin duda, es más fácil la toma de decisiones por un solo gobierno que por representantes de los 27 gobiernos que forman la Unión.
Pero, no solo la capacidad del bloque europeo ha sido lenta en su reacción a la Pandemia con respecto a la vacunación. También su recuperación económica va muy por debajo de países como China con 6.5% de crecimiento en el último trimestre, Estados Unidos con un 4.1%, mientras que en la UE está casi estancada.
La semana pasada, Pedro Sánchez, primer ministro español, declaró que el Civid-19 era la peor crisis que había afectado a Europa desde la segunda guerra mundial.
No en vano, en Gran Bretaña los partidarios de Brexit han aprovechado esta “catástrofe” en la vacunación para recordar que, la probada ineficiencia de la UE justifica su decisión de separase.
Así las cosas es fácil ver que Latinoamérica, especialmente Colombia, no lo han hecho tan mal, a pesar de no tener el poder económico, ni la organización médica que tiene Europa.