En esta semana que termina sucedieron algunos acontecimientos que me han puesto a pensar, seriamente, en lo que está ocurriendo en el país. De un lado, afloro la verdadera personalidad, camorrera, del señor Ernesto Macías Tovar. El domingo anterior, el sujeto fue determinador de una “jugadita” de muy mal gusto que utilizo durante la convocatoria de la convención departamental para elegir a 6 miembros del directorio del Huila, lo que para él será su directorio de bolsillo que, dicho sea de paso, no le servirá para nada. Fue pillado en flagrancia en la artimaña pues su amigo, el señor Eugenio Silva, se tomó la presidencia, como suele hacerlo siempre, para atropellar a los convencionistas que se habían inscrito para intervenir durante el desarrollo de la asamblea. Como es lógico, después de lo que paso, la reunión tiene un efecto de ilegitimidad y todo lo que se derive de ella será espurio. Con escasos 69 votos eligió 6 miembros del directorio, de un universo de más de 250.000 seguidores de las ideas de Uribe Vélez en el Huila. Macías está convencido que insultando públicamente a la presidenta y directora nacional del partido moverá al presidente Álvaro Uribe a prescindir de los buenos oficios de la Dra Nubia Stella Martínez, que se ha distinguido por su seriedad y compromiso con el jefe y con el partido. Con su mal entendida prepotencia, el senador de marras quedo ante el país como un agresivo patán, un grosero y un bachiller altanero. No le luce su cobardía atacando a las mujeres. El partido unido salió de inmediato a respaldar a la directora. Ahora, en su rabieta el señor Macías amenaza con salirse del partido. ¿En qué consiste la demora, senador?
Por último, la revista Semana nos advierte, a tiempo, en su portada en la edición de ayer, que Gustavo Petro hoy no tendría, como están las cosas en la política nacional, contendor y, se perfila ganador de la primera vuelta. Petro, según la publicación ha partido en punta, como se dice en el argot hípico. Y se encuentra solito en campaña hacia la presidencia de la república, mientras los demás candidatos están a la espera de decisiones internas en sus propios partidos que, bien podrían resolverse, si entre todos los aspirantes se ponen de acuerdo y dejan de cañar. Esta observación la hace la directora de la revista y no es un invento, es una verdad a la que tienen que pararle bolas, los del centro izquierda, los del centro, los que están hacia la derecha, los de la coalición de la esperanza, los verdes y los sin partido, deben aterrizar en sus pretensiones y hacer bien sus cuentas. En lo que respecta a mi partido, se observa solamente a uno de ellos con posibilidades de competirle a Gustavo Petro. No demerito para nada, ni desconozco el crecimiento que ha logrado la senadora María Fernanda Cabal. Es una mujer valerosa, inteligente, extraordinariamente leal y tiene claro su compromiso con el país, con una paz sin impunidad. Eso ya lo dijo el actual presidente Iván Duque y nada pudo hacer porque no quiso tomar el toro por los cuernos, pero teniendo en cuenta que la tarea para ganar la presidencia es ardua y fenomenal, se requiere de un candidato con calidades de estadista y que irradie confianza al pueblo con su preparación y seriedad para gobernar a Colombia, que debe estar muy bien soportada en resultados para superar el nacional – populista de Petro. Estas calidades las tiene de sobra el Dr Oscar Iván Zuluaga. Finalmente, quien sea investido como candidato único se le debe facultar para realizar las coaliciones necesarias con miras a definir la fórmula que nos garantice triunfar el año entrante.
