Gloria Camargo
Variedades resistentes evitan un millón de litros de fungicidas en la caficultura colombiana, según Álvaro Gaitán, director de Cenicafé. Desde su fundación en 1927, la agremiación cafetera ha buscado basar sus decisiones en la ciencia y la tecnología. Sin embargo, la investigación en café ha disminuido en todo el mundo desde la finalización del Pacto del Café en 1989.
El café requiere investigación a largo plazo debido a su naturaleza perenne, lo que dificulta la financiación gubernamental para la investigación en el cultivo. Generar una nueva variedad de café puede llevar hasta 20 años, y los gobiernos rara vez tienen planes de investigación a largo plazo. En este sentido, Colombia ha logrado un hito importante al financiar su propia investigación en café a través de los presupuestos entregados por los caficultores a Cenicafé, que ascienden a unos $23.000 millones.
La Federación Nacional de Cafeteros (FNC) juega un papel fundamental en la investigación y la extensión agrícola. Cenicafé y el servicio de extensión, dirigidos por la gerencia técnica de la FNC, trabajan juntos utilizando el método clásico de transferencia de tecnología. La investigación científica se realiza en Cenicafé y se transfiere al equipo de extensión, que se encarga de llevar los conocimientos a los caficultores. El objetivo es lograr que los productores implementen los avances técnicos en sus fincas y se beneficien de las investigaciones realizadas.
Colombia, con su clima lluvioso, se enfrenta a desafíos constantes, como la presencia de hongos y plagas que amenazan los cultivos de café. Es por eso que el desarrollo de variedades resistentes a la roya ha sido tan importante. Estas variedades han permitido a los caficultores colombianos evitar pérdidas significativas y ahorrar en el control de enfermedades. Si los caficultores tuvieran que controlar la roya como en otros países, Colombia tendría que invertir hasta US$230 millones al año. Sin embargo, gracias a la investigación y al uso de variedades resistentes, se evita la aplicación de aproximadamente un millón de litros de fungicidas anualmente.
El enfoque de Cenicafé se centra en resolver los problemas que afectan directamente a las fincas cafeteras. Sus investigaciones abarcan diversas disciplinas, como la producción de semillas, el mejoramiento genético, el estudio de plagas y enfermedades, la nutrición de los cafetales, la protección del suelo, la cosecha y la postcosecha del café, así como el estudio del clima y su relación con la planta de café.
El trabajo de Cenicafé ha permitido a Colombia estar preparada para enfrentar desafíos futuros, como el posible brote de la enfermedad del mal de las cerezas del café (CBD). A través de la investigación y la implementación de genes de resistencia, se busca anticiparse a problemas que podrían surgir en el futuro. Además de los beneficios económicos para los caficultores, la investigación también tiene un impacto positivo en el medio ambiente y en la salud de los consumidores al reducir el uso de productos químicos.
