El anuncio hecho por los presidentes, Gustavo Petro y Nicolás Maduro, de reabrir la frontera común, generó una reacción positiva en los venezolanos que residen en el Huila. Para muchos será la oportunidad de obtener una visa y legalizar su estadía en territorio colombiano. Otros lo ven como una oportunidad de intercambio comercial y hay quienes dicen que es una posibilidad de poder volver a ver a sus familiares.
Este lunes 26 de septiembre, Colombia y Venezuela abren su frontera común, la cual se había cerrado hace siete años por decisión del mandatario venezolano, Nicolás Maduro, como parte de la estrategia para combatir el contrabando en la zona, así como la lucha contra el narcotráfico y los paramilitares, argumentó en su momento.
Ahora, en el marco del reinicio de relaciones entre los dos países, este será un paso fundamental para la normalización de esas relaciones entre los países hermanos.
Migración Colombia reportó que son casi 2,5 millones de venezolanos los que están radicados en Colombia, de los cuales el 96 % han regularizado su situación o están en trámite de ello y apenas 300.000 siguen irregulares
En el Huila de acuerdo con la caracterización que se tiene por parte de una organización que ayuda a los migrantes venezolanos, hay 12.591 ciudadanos de ese país.
Alexis Cedeño, de la Asociación de Venezolanos Residentes en Neiva y el Huila, se refirió a la atención y ayuda que prestan a los migrantes venezolanos en territorio huilense y en el Caquetá incluso. “Ahora se presenta una posibilidad para que muchos retornen o que se legalicen en Colombia”, dijo.
“Nosotros que trabajamos con la población grande en todo el departamento del Huila, conocemos que algunos han retornado de manera voluntaria a Venezuela, otros piensan con el tema de la reapertura, qué es una oportunidad para poder habilitar los pasos e ir a visitar a sus familiares” aunque también es la posibilidad para quienes no pudieron conseguir pasaporte en Venezuela puedan hacerlo.
“Con esos nuevos lazos de relaciones internacionales se habilitarán los consulados y allí podrán adelantar los trámites para estar de manera legal como residentes en Colombia”, manifestaron.
Retorno y ayudas
“Tenemos una base de datos de una población caracterizada en el Huila de 12591 migrantes y hasta el momento las cifras de regreso voluntario son bajas, no hay cifras altas, se han regresado, hasta ahora unas 10 familias de manera voluntaria”, contó Alexis Cedeño.
Una de las dificultades que se presentan para el retorno voluntario son los costos y la falta de apoyo de organizaciones internacionales de acompañamiento a los migrantes, es otro de los puntos destacados, por Cedeño.
“Nosotros lamentablemente no contamos con organismos internacionales que apoyan estos traslados voluntarios de migrantes que normalmente dicen que les hace mucha falta las familias. Es que muchos de los que se han vendido son jóvenes que viajan solos y entonces tienen el deseo de ver a la familia y otros piensan en regresar por lo del cambio de gobierno en Colombia, además el costo de vida ya no es tan atractivo para quedarse, cambian las expectativas”, agregó.
“Cómo Organización Civil Venezolana le damos a ellos la ruta, les explicamos las rutas, con asesoría para hacer un retorno seguro, ya que a veces estos retornos voluntarios si se hacen por las trochas hay trata de personas, por eso los invitamos para que lo hagan de manera regular, los empalmamos en ese caso a Bogotá para que el retorno sea seguro”, afirmó.
“Por ahora no se conoce si hay una gran cifra de venezolanos con intenciones de regreso voluntario a Venezuela, pero en caso tal se llega y buscan acuerdos con el Gobierno Departamental para contar con las garantías y conseguir para todos los voluntarios un regreso de manera segura”, continuó
Antecedentes
El único antecedente que se tiene sobre retorno seguro coordinado desde Neiva a través del sector oficial se dio en 2020, cuando regresaron los ciudadanos venezolanos con el apoyo del gobierno del Huila con el Asesor De Paz y Derechos Humanos, Diego Tello. En esa oportunidad retornaron un grupo de venezolanos, en una caravana humanitaria por motivo de la pandemia.
La organización que lidera Alexis Cedeño no solo trabaja con las personas que residen en el Huila, sino también están abordando el Caquetá. “Somos la única organización de base comunitaria que trabaja en el tema jurídico, asesoría de rutas y asesoría en general a la población migrante venezolana en el Huila, trabajan de la mano de Migración Colombia en todo el proceso de implementación como el permiso de protección temporal y todos los temas relacionados de manera legal con recursos propios”, contó.
Costos y distancias
Otro de los temas abordados fue el de los costos y las rutas que deben asumir los venezolanos en su camino de retorno a su país y a sus ciudades de origen.
Sobre el particular, el venezolano solidario sostiene que el retorno se hace de Neiva a Cúcuta inicialmente y luego desde la capital nortesantandereana a las ciudades cercanas en la frontera, para posteriormente ya en territorio venezolano, cada uno buscar sus lugares de origen. “El viaje puede costar en promedio $1.000.000 de pesos por persona, incluidos transporte y alimentación y puede llegar a durar hasta tres días, dependiendo al lugar de Venezuela al que retornarán”.
En torno a los 12.195 venezolanos que tienen caracterizados son muy pocos los que están de manera ilegal, ya que la mayoría logró acogerse a la medida establecida por el gobierno anterior de otorgarles un permiso temporal. Los que no lo hicieron fue porque no tenían información o estaban en zonas rurales donde no había internet, se quedaron de manera irregular”.
Así mismo indicó que “no tenemos una cifra exacta de los que están en esa condición y se deben regularizar, esperamos que luego el gobierno en su política migratoria establecida pueda darle continuidad al proceso para los que se quedaron y se puedan legalizar, que se puedan regularizar”, concluyó.
Alexis Cedeño es un profesional venezolano que vive hace 6 años en Colombia y “gracias a Dios he podido regularizarme y de esa manera surgió la iniciativa de la asociación de venezolanos que abarca Huila y Caquetá, a raíz de las necesidades que se vivieron como consecuencia de la pandemia hasta tuve que alojar algunos en mi casa, por ese tiempo vivía con mi familia en Isnos, sur del Huila, recuerdo que llovía mucho y se veía mucha gente caminando, venían de muchos lugares, no tenían en donde alojarse”, relató.
“Iban para Cali o Popayán, para Medellín, con la casa parroquial logramos que nos donaran alimentos, colchonetas para usar con mi familia, mis papás y hermanos pudimos ayudar a muchas familias, esto se fue crecido más por lo que vi la necesidad de venir a vivir a Neiva dónde básicamente he logrado hacer un pequeño convenio con una organización internacional qué trabaja con la violación de derechos laborales y así llegar a tener un espacio físico donde podamos atender a esta población, tenemos sede en Neiva”, cerró