Con la venta del 95% de las acciones del Atlético Huila a un conglomerado económico del Ecuador empieza un proceso renovador a nuestro equipo del alma, porque tiene la oportunidad de tener una dimensión internacional para seguir escalando y superar la racha de derrotas que ha sufrido el plantel opita de manera sucesiva, durante el presente torneo de la Dimayor. Lo anterior ha venido generando una desconfianza mayúscula de la hinchada en sus directivas, quienes por la falta de recursos les había tocado estructurar un equipo joven con una edad promedio de 24 años, pensando en un relevo generacional en el futuro, pero que no cuentan con la experticia profesional de los anteriores jugadores que tenían anteriormente. El regular rendimiento del equipo que ha presentado durante el presente semestre lo tiene disputándose el umbral del descenso.
Por tal motivo, la opinión pública ve con buenos ojos esta transacción, que le permite al nuevo propietario, constituido por el colectivo de inversionistas liderado por el ecuatoriano Michel Deller. Dicho grupo es reconocido internacionalmente por ser el dueño del onceno Independiente del Valle, equipo que ha sido la gran sensación del fútbol en Sudamérica durante los últimos años. Es considerado con el nombre de ser el Matagigantes Ecuatoriano. El apodo no es ninguna exageración: entre su larga nómina de víctimas están también grandes equipos de talla internacional como el Corinthians, Gremio, Botafogo (los brasileños son su especialidad), Olimpia, Cerro Porteño, el Independiente original, Estudiantes, Barcelona, Junior… Con ello podemos pensar en grande. Nuestro Atlético Huila, puede entrar a ser de los mejores del país. Con esta visión empresarial de pensar más allá de la frontera de Natagaima, la hinchada huilense puede esperar grandes resultados futbolísticos.
Los anuncios de estos inversores, es implementar el Método Independiente, que se enfoca en la formación de talento de alto rendimiento, la construcción de procesos deportivos de mediano y largo alcance. Con ello se busca que nos alejemos del fantasma del descenso. Nos queda por definir la terminación de las obras del Estadio Guillermo Plazas Alcid. Con ello completaríamos el escenario propicio, para volver a revivir esos momentos felices que nos brindó en años anteriores. Necesariamente debemos reconocer el esfuerzo titánico que hicieron los anteriores propietarios del Atlético Huila, al igual que sus directivas, que, a pesar de la limitación financiera, lograron sortear las dificultades para seguir sosteniendo un equipo que nos brindó muchas satisfacciones y alegrías en años anteriores.
La hinchada huilense, tendrá la oportunidad de ver en sus filas, figuras de talla internacional. El músculo financiero que poseen los nuevos propietarios, así lo presagian. Los aficionados debemos seguir respaldando a nuestro equipo que seguirá teniendo sede natural en la capital del departamento del Huila. Es hora de pensar en grande.
