Según los expertos, el virus fue descubierto en 1958 en Dinamarca, en monos criados para la investigación. En 1970, se detectó por primera vez en un humano.
DIARIO DEL HUILA, SALUD
El 14 de agosto de este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) elevó la alerta sobre el mpox al nivel de emergencia internacional de salud pública, el máximo grado de alerta que puede emitir. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, enfatizó la gravedad de la situación al calificarla como «una emergencia de salud pública de alcance internacional». Esta decisión se tomó después de una evaluación exhaustiva realizada por un comité de expertos que recomendó la declaración de emergencia debido a la rápida propagación del virus y su impacto potencial.
A pesar de la severidad de la declaración, Hans Kluge, director para Europa de la OMS, aclaró que el mpox no debe ser confundido con una pandemia global como la del COVID-19. En una rueda de prensa, Kluge aseguró que el mpox no es «el nuevo COVID» y que la comunidad global ya cuenta con un conocimiento considerable sobre el virus. Señaló que el clado II del mpox, que originó la epidemia mundial en 2022, ya está bien comprendido, aunque el clado I, responsable de brotes en África central y oriental, aún requiere más estudio. «Sabemos cómo luchar contra el mpox», declaró, subrayando que las medidas de control existentes son efectivas, aunque se necesita continuar la vigilancia y el estudio del clado I.
En 1958, un virus desconocido fue descubierto en Dinamarca en monos criados para investigación, y en 1970 se identificó por primera vez en un humano en la República Democrática del Congo, que en ese entonces era conocida como Zaire. Este virus, ahora conocido como viruela del mono (mpox), inicialmente se transmitía a través del contacto con animales infectados, principalmente en África.
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El aumento reciente de casos en la República Democrática del Congo, asociado con el subtipo clado Ib del mpox, ha sido un factor clave en la decisión de la OMS de emitir una nueva emergencia sanitaria pública internacional. Este subtipo también afecta a países vecinos como Burundi, Kenia, Ruanda y Uganda. En 2022, la OMS había declarado una emergencia similar por la expansión global del subtipo clado IIB, pero esa alerta fue levantada en mayo de 2023 después de que la situación se estabilizara.
Según Catherine Smallwood de la oficina europea de la OMS, actualmente no se ha registrado transmisión del clado Ib de animales a humanos, lo que sugiere que este subtipo circula predominantemente entre la población humana. Esto indica que el clado Ib podría transmitirse más eficientemente entre personas en comparación con otros subtipos. Tarik Jasarevic, portavoz de la OMS en Ginebra, agregó que aunque el clado I es considerado más peligroso que el clado II, los investigadores están en proceso de determinar si existe una diferencia real en la gravedad entre las variantes clado Ia y clado Ib.
El mpox, anteriormente conocido como viruela del mono, es una enfermedad viral que puede propagarse tanto de animales a humanos como entre personas mediante contacto físico cercano con individuos infectados. A diferencia de las cepas anteriores del virus, que solían causar erupciones localizadas en áreas específicas del cuerpo como la boca, la cara o los genitales, el clado Ib está asociado con erupciones cutáneas extensas que cubren grandes áreas del cuerpo. Esto hace que los síntomas sean más visibles y, potencialmente, más graves para los afectados.
La creciente preocupación por el mpox refleja la necesidad de una vigilancia continua y una respuesta global coordinada para controlar su propagación y minimizar su impacto en la salud pública. La OMS continúa trabajando con los países afectados y con la comunidad internacional para implementar medidas efectivas de prevención y control, con el objetivo de contener el brote y proteger la salud de las poblaciones en riesgo.
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