Después de tener un año bastante lluvioso, los huilenses estamos soportando nuevamente el recrudecimiento de la ola invernal que está impactando negativamente la infraestructura productiva en la región surcolombiana. Remociones en masa en el sector de Pericongo ocurrido en la madrugada del día anterior, donde salieron afectados un furgón y un vehículo, resultando una persona muerta y otros heridos, que junto con lo que está sucediendo en algunos municipios del departamento, están permeando el bienestar general de la sociedad huilense. Hemos sido reiterativos que estamos siendo afectados por el cambio climático que se está presentando en el ámbito mundial. De día son soleados las jornadas y por la noche llega la oleada invernal, que afecta la infraestructura vial, cultivos, daños en las viviendas y acueductos entre otros, daños que están generando grandes procesos desestabilizadores en la dinámica económica de nuestro territorio.
El medio ambiente se encuentra en serios problemas para conservar su equilibrio, producto de los drásticos daños sufridos, que han sido causados por la industrialización y el crecimiento demográfico inadecuado, lo cual ha generado un temor generalizado entre nosotros, porque se encuentra en vilo el bienestar actual y el de las próximas generaciones. Se están presentando grandes transformaciones en el clima y en el entorno, porque en el área de influencia de las cuencas altas de los ríos y quebradas está ocurriendo un creciente deterioro, por el accionar irracional de sus moradores. La deforestación progresiva, los incendios forestales y las practicas agroforestales inadecuadas, contribuyen a desestabilizar dichos terrenos, especialmente en las zonas de alta pendiente.
El año anterior fue muy difícil para el sector agropecuario del departamento, pues no empezó con el verano típico de la región, sino que llegó acompañado de constantes precipitaciones que afectaron en gran medida al gremio. En el último lustro, el calentamiento global tuvo consecuencias sobre la salud, la comida y el hogar de millones de personas en el mundo. Además, puso en riesgo la vida marina y una gran cantidad de ecosistemas, asegura el informe sobre el Estado del Clima Mundial que ha difundido recientemente la Organización Meteorológica Mundial. El Huila no escapa de esta situación.
Las precipitaciones se han caracterizado por su alta intensidad, lo que da pie a súbitas crecientes que toman desprevenidos a quienes viven en las riberas de los afluentes. Por todo ello, si antes era una obligación estar preparados para el invierno con los planes y protocolos de rigor, que incluyen identificar las zonas de mayor riesgo, llevar a cabo evacuaciones cuando el nivel de peligro así lo exige y adelantar simulacros, ahora urge estarlo durante todo el año, pues en cualquier momento un evento de este tipo puede producir verdaderos estragos. Alcaldes, organismos encargados y comunidad deben trabajar de la mano.
