Nuevamente el Comité Nacional de Paro, ha convocado para hoy marchas para protestar por la modificación en su articulado de la reforma tributaria, que fue aprobada en primer debate por el Congreso de la República el día anterior y por la negligencia de no tener en cuenta la discusión de algunos proyectos de Ley que han presentado para ser debatidas en las sesiones del legislativo. Se espera que transcurran en completa normalidad y civismo, en las diferentes ciudades del país donde se van a llevar a cabo. No se pueden volver a presentar esos episodios violentos, que se generaron en los meses anteriores, que crearon caos y anarquía, en detrimento del bienestar de la sociedad colombiana.
Debemos ser muy respetuosos en el desarrollo de estas jornadas de protesta. Atrás debe quedar el vandalismo y la anarquía. Igualmente se deben cumplir de manera estricta los protocolos de bioseguridad recomendados por las autoridades sanitarias del país. Aunque vemos con satisfacción la disminución de los nuevos casos de contagios y fallecimientos que se reflejan en las cifras que se registran en los boletines diarios que emite a nivel nacional, el Ministerio de Salud y en el caso regional, la Secretaría de Salud Departamental
Atrás deben quedar esas expresiones de actos terroristas que los objetivos de las protestas sociales y que se siga afectando la dinámica productiva en las regiones. No debemos permitir que algunos desadaptados sociales y vándalos rompan la paz y la tranquilidad en los municipios donde se vayan a generar estas protestas sociales. Ni mucho menos que se presenten enfrentamientos con la Fuerza Pública. Igualmente, no deben existir bloqueos ni taponamientos de las vías públicas, que obstaculicen la libre movilidad de las personas y el tránsito libre de bienes y servicios.
Con posiciones ideológicas retrógradas y arcaicas, no van a poder doblegar a las instituciones democráticas. Y mucho menos a los huilenses, que hemos sorteado con éxito, mayores dificultades durante la vida republicana. Los buenos somos mayorías en el país. No se pueden permitir a los vándalos. Se deben llevar a la justicia. No se pueden seguir destruyendo todo lo que encuentren a su paso, como ha sucedido recientemente en la ciudad de Neiva y en otros lugares de la geografía colombiana. La institucionalidad debe prevalecer. Y ese debe ser un compromiso sagrado de los huilenses, con las sendas manifestaciones de inconformismo contra el terrorismo urbano y por los bloqueos.
