Es el título de una de las canciones del cantautor español José Luis Perales, en este caso me es útil, para identificar un candidato a la Cámara de Representantes por el Partido Salvación Nacional en el Huila.
Se trata de Joaquín Fernando Sánchez Peña. Conocerlo de hace tiempos, sus andanzas profesionales e intelectuales, y desde luego, su familia, su procedencia, me obligan a tener la obligación moral de hacerlo públicamente, máxime en mi caso, para seguir creyendo en la reconstrucción de nuestro país.
Debo anticipar que es esencialmente un profesional del campo; veterinario para más señas, y esa unión marital con el campo, lo han hecho un conocedor insigne de todos los sectores que integran el sector agropecuario colombiano, y más aún, una parte esencial de su entorno, el medio ambiente.
Con todo el respeto que me merecen los demás candidatos a la Cámara para las próximas elecciones, no hay quien le amarre los zapatos a este ilustre ejemplar del campo, en este sector que incluye el medio ambiente.
Lástima que deliberadamente o no, personalmente no quiero juzgar a nadie, pero las acciones u omisiones que entrañaron la no invitación al debate organizado por La Nación, no haya contado con la presencia de Joaquín.
Hubiera sido un deleite para los contertulios y futuros electores.
Sus aventajados conocimientos, definitivamente lo hacen el mejor, lejos, y en tierra derecha como se dice en la hípica.
Es una persona seria, honorable, no ha sido político, entre otras razones por eso es honorable; no le ha vendido el alma al diablo, como la casi totalidad de la clase política, que cambian la supuesta ideología por el dinero; como decía Santo Tomas, “no han resuelto su situación económica” y piensan hacerlo con la política, metiéndole las manos al presupuesto nacional.
Todo lo tiene resuelto, hasta sus amores por nuestro país; y esos amores, lo han llevado a la convicción de intervenir, para que el destino de Colombia sea de derecha; convencido de que el desarrollo es patrimonio de la derecha como concepto ideológico.
De ahí su slogan de campaña; “El campo es la Salvación Nacional”. Todos los temas del campo que incluye el medio ambiente, son con suficiencia tratados por Joaquín, el Tratado de Escazú, y otros muchos, y sus efectos en la soberanía nacional y la propiedad privada, perseguida por la extrema izquierda radical.
Joaquín Fernando a la Cámara por Salvación Nacional en compañía de María Fernanda Cabal 100 al Senado, son prendas de garantía para recuperar a Colombia de esta tragedia; los dos conocedores de los temas nacionales y regionales.
Nota bene: Quienes se “emputan” por el apoyo a otros candidatos, deben primero “emputarse” consigo mismos por tanta incapacidad e ineptitud.