Álvaro Hernando Cardona González
Los medios de comunicación informaron esta semana: “Mintrabajo propone dar un bono pensional de 50 semanas a madres por cada hijo”, según lo tituló el diario La república, el pasado 8 de marzo. La escueta nota, dice: La ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, lanzó dos recientes propuestas a) que por cada hijo que las mujeres tengan, se les reduzca el tiempo de cotización para alcanzar su jubilación y, b) la entrega de un bono pensional a mujeres que tengan hasta tres hijos.
Hay que decir que ambas propuestas son absurdas desde varios puntos de vista. Por supuesto desde el económico, pues ahonda por partida doble el déficit de recursos para cubrir pensiones: por un lado, porque no se condiciona a que la mujer que tiene hijos, cotice para pensionarse al menos con el mínimo requerido, lo cual trae consigo más pensionadas que no han cotizado. Y por otro, se aumenta el número de personas que tendrán expectativa de pensión sin asegurar que coticen para hacerlo. Pero más que estos puntos de vista, es absurdo y especialmente incoherente con una política pública racional en materia ambiental.
Nuestros lectores recordarán, que hemos insistido en que la última causa del deterioro ambiental del planeta es el crecimiento demográfico por encima del límite de sostenibilidad ambiental. También hemos subrayado que una de las causas más fuertes para que la ONU convocara a la Primera Conferencia Mundial por el Medio Humano (Estocolmo, 1972), que generó para Colombia la adopción del actual Código Nacional de los Recursos Naturales Renovables, es el informe “Los límites del crecimiento”, encargado al MIT por el Club de Roma.
El proyecto de Ley Plan Nacional de Desarrollo 2023-2026 titulado «Colombia, potencia mundial de la vida», presentado a consideración del Congreso de la República, sorprenden sus metas: 1) derecho humano a la alimentación 2) ordenamiento del territorio alrededor del agua y justicia ambiental 3) convergencia regional 4) seguridad humana y justicia social 5) transformación productiva, internacionalización y acción climática. Y lo hace porque esta propuesta de la Ministra del Trabajo va en contra del mayor marco de política pública y es incoherente a decir no más con los objetos de “Disminuir la Pobreza para impulsar la paz: Bajar la brecha del Índice de Pobreza Multidimensional en los municipios PDET respecto al total nacional/Colombia revitaliza la naturaleza con inclusión social: Colombia ampliará las áreas en proceso de restauración, recuperación y rehabilitación de ecosistemas degradados./ Freno a la deforestación: Reducir la deforestación nacional en un 20 %./ Un transporte ambientalmente sostenible: Llegar a 2,14 millones de toneladas de CO2 mitigadas por el sector transporte”. Entonces, ¿dónde la política pública y dónde la coherencia?