Esta semana la atención del país se ha centrado en los debates de moción de censura a los que ha sido citado por parte de la Cámara de Representantes y el Senado de la República, el ministro de Defensa, Diego Molano, por la conducta de la fuerza pública en medio de las protestas que se adelantan en el país desde el pasado 28 de abril.
Este es un mecanismo de control y de rendición de cuentas que les ha permitido a la oposición y a algunos integrantes de las coaliciones del Gobierno controvertir algunas decisiones y actuaciones de los ministros. La moción es un importante mecanismo de control, sin embargo, ninguna de las iniciativas ha salido airosa, por el respaldo de las mayorías en el Congreso, las cuales han defendido a los ministros.
Muchos pensarían que la oposición se ha ‘ensañado’ contra los ministros de Defensa del actual gobierno, pues los tres que han estado al frente, han sido citados al Congreso, por el mismo motivo y hasta ahora, todo ha quedado como un hecho mediático.
Hoy el Senado tiene programada la votación y como están las cosas el ministro Molano ya tiene los votos necesarios para mantenerse en el cargo. De ser negada la moción, como se tiene presupuestado, es muy probable que la Cámara de Representantes no llegue a votarla, porque el artículo 135 de la Constitución establece que la decisión de la cámara que vote primero (Senado o Cámara) inhibe a la otra para pronunciarse sobre la misma. Así que hoy podría quedar definida la suerte del Mindefensa.
Sin hacer señalamientos de responsables sobre los desmanes presentados durante este mes de protestas, si cabe preguntar si ¿‘descabezar’ un funcionario es la solución para todos los problemas del país y para acabar con la ‘batalla campal’ en que están terminando las marchas pacíficas y todos los hechos que se han registrado en este tiempo?
Parte de la respuesta la puede tener el mismo Congreso de la República, y más específicamente la oposición. Las mociones de censura nunca han prosperado, los cambios de funcionario en la cartera no han hecho la diferencia para mejorar las cosas, entonces si sería conveniente buscar otros mecanismos, o pensar en las reformas necesarias que realmente le den un vuelco a la situación. Creemos que la solución a la crisis no está en la forma, está en el fondo y ahí es dónde hay que buscar la luz que nos lleve por los caminos de la paz que tanto hemos buscado los colombianos.
