Muchos de nosotros tenemos algunos recuerdos poco gratos en cuanto al aprendizaje de matemáticas en la escuela. Se nos vienen a la mente imágenes de clases complejas y aburridas que parecían no terminar nunca y, aún así, nos íbamos sin haber entendido una pizca.
Sin embargo, con el tiempo entendimos lo importante que es tener conocimientos matemáticos y aprovechar las diversas herramientas que nos brindan. Afortunadamente, hay muchas maneras de cambiar la experiencia de aprendizaje y volverla divertida.
En esta nota, compartimos 7 trucos infalibles para enseñar matemáticas a los niños de manera interesante.
1. Alimentar la curiosidad
Una característica que comparten todos los niños es la curiosidad. Esto es algo que podemos aprovechar para incentivar el gusto por las matemáticas.
Si, por ejemplo, queremos desarrollar el Teorema de Pitágoras en clase, será muy útil localizar su comprobación en un contexto histórico. De esa forma, despertaremos la curiosidad de los estudiantes.
2. Usar la tecnología
Podemos, también, usar la tecnología a nuestro favor y trabajar con plataformas de enseñanza, como Tutorela, que ofrece contenido y servicio de clases. Esto significa que, incluso desde casa, podemos mejorar las matemáticas con Tutorela y superar cualquier limitación para reforzar aprendizajes.
3. Reunir diversos ejemplos
Durante la infancia, los niños asimilan conocimiento de diversas maneras pero, sobre todo, mediante relaciones. Por eso, es fundamental crear un archivo sustancioso de ejemplos para reforzar el asentamiento de los contenidos.
Al recoger los ejemplos es importante diversificar el enfoque. De esta manera, nos aseguramos de que la mayoría de los estudiantes pueda relacionar elementos y entender mejor.
4. Incorporar juegos
Los juegos matemáticos o que incorporan las matemáticas son un aliado infalible a la hora de enseñar esta asignatura. Incluso, algunos clásicos como el dominó son de gran ayuda para incorporar los números al imaginario de los pequeños.
5. Aprovechar los elementos de la vida cotidiana
La primera escuela de los niños es su entorno más inmediato, es decir, su hogar. Es en casa que comenzamos a reconocer los elementos que forman parte de nuestra vida.
Por esto, es clave aprovechar los elementos de la vida cotidiana al enseñar, para lograr la identificación. Un reloj de pared puede ser tanto una figura geométrica como una fracción matemática.
6. Crear desafíos
Los niños tienen una gran capacidad creativa que les permite resolver problemas o enfrentar obstáculos. En esos casos, ponen en juego el pensamiento lógico, que podemos reforzar con las matemáticas.
Los problemas matemáticos, los ejercicios combinados y las tareas para resolver son fundamentales. Además de enseñar a ser resolutivos, despierta la curiosidad y ayida a la concentración.
7. Probar métodos
La diversidad de métodos de enseñanza y práctica es clave para lograr que las clases o momentos de repaso se vuelvan interesantes. Esto no solo dinamiza las clases, sino que también las hace inclusivas para niños con diversas habilidades de aprendizaje.
Las canciones y las láminas, por ejemplo, son herramientas infalibles para la memoria. También podemos poner en práctica distintos métodos para exponer un procedimiento.