Muchas son las familias que viven en el barrio La Trinidad, comuna 9 en el norte de Neiva, que hoy por hoy sufren el flagelo de no tener acceso al servicio de transporte público. De a poco les fueron disminuyendo las frecuencias del servicio colectivo que tenían hasta que se quedaron prácticamente sin la prestación del mismo. Esta problemática viene desde mucho antes de la pandemia, por lo que ya completan más de tres años sin solución.
La Trinidad es un barrio cuyos habitantes lucharon durante más de 20 años por la escrituración de sus predios en el norte de la ciudad. Al igual que otros sectores que vivieron procesos similares como las Camelias, sector Barreiro, Aeropuerto y San Bernardo, son un ejemplo del compromiso adquirido con presidentes de junta de acción comunal y ediles, en los procesos de legalización para poder acceder a todos los servicios que les debe garantizar el Estado.
Su legalización se dio en la administración del alcalde Rodrigo Lara Sánchez, por lo que son un barrio relativamente nuevo en Neiva, lograron pasar de ser un asentamiento ilegal, a ser tenidos en cuenta como un barrio más en la comuna nueve de la capital del Huila.
El barrio La Trinidad está ubicado al noroccidente de la ciudad desde hace aproximadamente más de 20 años, y limita con sectores como Balcones del Norte, Granjas Comunitarias y el conjunto Caña Brava de la ciudad Neiva.
Como según cuentan sus habitantes, se vienen presentando una serie de inconvenientes como el mal estado algunas vías, lo que unido a otros factores como falta de seguridad los fue dejando sin el servicio de transporte público.
Que les retornen el servicio colectivo
La Trinidad, un barrio que surgió hace un poco más de 25 años en la comuna 9 o norte de Neiva, sigue en proceso de progreso con muchas necesidades, desde la legalización, hasta la restitución de alcantarillado y pavimentación de vías. Ligia Hernández, la presidenta de la JAC, del sector recién posesionada, dice que son varios años tocando puertas y poco les ponen cuidado. Se sienten olvidados.
La petición formal recogida en esta oportunidad, dentro de las muchas necesidades que siguen teniendo las cerca de 1.500 familias que viven en La Trinidad, tiene que ver en esta oportunidad con el transporte público colectivo.
Van para tres años sin el servicio de acuerdo a lo que contaron sus habitantes, personas trabajadoras, que como muchos de los neivanos y colombianos promedio luchan para sacar sus familias adelante.
“Efectivamente, nosotros no tenemos transporte público desde marzo del año 2020, llevamos más de dos años sin servicio, vamos para tres, desde que se inició la pandemia”, sostiene Ligia Hernández Castro, presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio la Trinidad.
“Esa es una lucha permanente, lograr que se restablezca el servicio, los taxistas también dicen que solo llegan hasta donde está en buen estado la vía, indica la presidenta. Es un inconveniente especialmente para nuestros hijos que tienen que salir a estudiar”.
Flor Puentes, edilesa que recién llegó hace tres años, aunque ha ejercido un liderazgo en otros sectores de la capital del Huila, da fe de las necesidades que viven quienes habitan en la Trinidad. “Yo llegué hace apenas tres años y aunque he ejercido un trabajo más en la comuna, uno, conozco las necesidades que se tienen desde hace varios años en esta zona de la ciudad”, comentó.
La lideresa comunal agrega que “alcanzaron a tener el servicio de la empresa Flota Huila, con la ruta 21, pero este de por sí era bastante deficiente. Ya llevamos dos años sin que se cumpla con el servicio, vamos para tres años sin que haya solución. Nos toca salir hasta una avenida principal por donde haya transporte, lo que genera otro problema como es la inseguridad”, refirió.
“Ha habido atracos, hasta acoso, por lo que nos toca utilizar el mototaxi, que es otra modalidad de transporte no tan segura, hacer colectivo en taxi o el taxi individual, con lo que se incrementa el costo del transporte para nosotros”, indicó.
Aunque es uno de los asentamientos que fue legalizado, sus habitantes sieguen padeciendo las necesidades de las zonas marginales en la ciudad. Una de las razones es que, aunque están legales, los declararon zona rural con las implicaciones que esto trae, sostiene la presidenta de la Junta de Acción Comunal.
La razón fundamental que los dejó sin transporte público
La modificación de un decreto que establecía los sectores a los cuales podía cubrir con la ruta 21, la empresa Flota Huila, los dejó por fuera del perímetro permitido, con lo que las familias de la Trinidad y otros sectores vecinos se quedaron sin el servicio hasta tanto por la misma vía de decreto, los incluyan en una ruta autorizada por el municipio.
“Nosotros estábamos reclamándole a la empresa Flota Huila, el incumplimiento de las frecuencias y la ruta en general, cuando pasados más de dos años de la pandemia, nos enteramos de que no se podía prestar el servicio”, contó, Orlando Pascuas Dussan, integrante del comité de Trabajo de la Trinidad.
“En ese reclamar a las empresas, ellos muy orondos nos prestaban un servicio a medias, pero lo que realmente sucedió es que el barrio no está incluido en la ruta 21, al igual que otros como; Los Algarrobos, la parte alta de Briñez y zonas aledañas, todo eso acarrea dificultades para desplazarse al trabajo, los estudiantes para ir a sus centros de formación, hay mucha tardanza e incremento en costos para cada uno de los usuarios y como pueden observar esta es una comunidad, de recursos económicos bajos, somos familias de clase media cuyos recursos son básicamente para subsistir y suplir los costos de la canasta familiar”, afirmó.
Una vecina residente en La Trinidad, indicó que, “sacar una persona enferma, sobre todo en las horas de la noche o la madrugada, es casi que imposible e igual ocasiona altos costos, cuando se consigue quien preste el servicio”
La Trinidad alberga unos 2.500 habitantes en 475 lotes con sus correspondientes mejoras. Solo cuentan con la vía principal pavimentada, pero el acceso sigue siendo difícil al punto que la empresa que les presta el servicio público la ha suspendido o la ha reducido.
Como en todos los barrios de Neiva, los habitantes son gente trabajadora que con esfuerzo ha propendido por un techo para sus familias. Allí hay personas desde la tercera edad, jóvenes y primera infancia con muchas necesidades por suplir.
