DIARIO DEL HUILA, TENDENCIA
Una gata que se extravió hace 15 años se reencontró, más vieja y, quizás, más sabia, con su propietario.
El lunes por la tarde, Brandy, una gata atigrada café, volvió a ver a su dueño Charles, quien la adoptó cuando la minina tenía dos meses en 2005.
«Es increíble. Creo que es algo inconcebible», comentó Charles.
«La vi, la levanté y empezó a ronronear, y fue algo muy emotivo», comentó el dueño. «Fue bonito volver a tenerla en mis brazos», agregó.
«Sí, empecé a llorar porque pensé en todos los años que me perdí de ella», señaló.
Brandy fue hallada el domingo en Palmdale, a unos 65 kilómetros de distancia del sitio donde Charles vive en el Valle de San Fernando, en el área metropolitana de Los Angeles.
El técnico en computación, quien pidió que no se utilizara su apellido, dijo que Brandy solo estuvo con él unos cuantos meses luego de que la adoptó.
«Salió al jardín trasero en la tarde», comentó. Pero cuando anocheció y el hombre salió para meterla a la casa, la gata no estaba allí.
Charles recorrió las calles en su automóvil en busca de la gatita, revisó los refugios de animales y colocó letreros sin tener suerte.
«Estaba muy triste», comentó. «La quería de regreso porque cuando la adopté hice una obligación moral de cuidarla por el resto de su vida», afirmó.
El hombre temía que la hubiera matado un auto o un coyote.
«Pero esperaba que alguien la recogiera de las calles para cuidarla, y creo que eso fue lo que sucedió», señaló.
Charles siguió con su vida. Se trasladó a otro lugar en el valle y adoptó a otros dos gatos.
Y entonces, el domingo recibió una llamada del refugio de animales del condado de Los Angeles en Palmdale y otra de la compañía que hizo el microchip implantado en Brandy cuando fue adoptada.
Charles había cambiado su dirección y teléfono de casa. Pero, afortunadamente, su teléfono celular era el mismo que estaba anotado en la información del microchip.
«Estaba escéptico. Pensé que debía ser un error», manifestó Charles. Comentó que había pensado que «quizás haya una posibilidad en un millón de que sea Brandy. Pero después de 15 años, es muy poco probable».
Sin embargo, «dije: ‘Sí, el microchip no mentiría»‘.
El lunes por la tarde fue a Palmdale para buscar a Brandy. Era más vieja y estaba muy flaca, señaló.
Brandy necesitaba un poco de ayuda: estaba desnutrida y pesaba apenas unos 2,7 kilogramos.
«Básicamente pesaba lo mismo que cuando era una gatita», comentó Charles.
Sus uñas habían crecido lo suficiente para que se lastimara las patas.
Charles sospecha que alguien la encontró cuando era una gatita y se la quedó todos estos años, sin molestarse en revisar si tenía un microchip implantado. Cree que debió quedarse sola o huir hace varios meses.
Pero añadió que era la misma gata tranquila, delicada y dulce que él recordaba.
Charles decidió que no podía llevar a Brandy a su departamento de un solo dormitorio con sus otros dos gatos. Pero la gata se está quedando con su hermana, quien vive cerca, y él planea visitarlas a menudo.
«No tiene mucha energía. Pero se ve contenta», comentó Charles. «Ronronea mucho», agregó.
«Parece estar contenta de volver a tener una casa», expresó.