Hablar de lactancia materna despierta muchas pasiones. También muchas incertidumbres. Una práctica que es natural en mamíferos, a los humanos les ha costado trabajo. En los últimos 10 años las cifras de mamás lactantes se han desplomado.
DIARIO DEL HUILA, SALUD
En Colombia, las cifras no son buenas: solo uno de cada tres niños menores de seis meses estaba recibiendo leche humana en sus primeros seis meses de vida, cuando debería ser una obligación. Según la Organización Mundial de la Salud la lactancia materna puede ir, perfectamente hasta los dos años.
Si hay algo en lo que hay consenso en el mundo médico es la importancia de la lactancia materna. Como dice la Organización Mundial de la Salud OMS, sus beneficios para los bebés están comprobados.
La misma organización habla de seis meses de lactancia exclusiva pues reduce el 19% el riesgo de leucemia en la niñez o con un 60 % menos de riesgo de sufrir muerte súbita, en comparación con los pequeños que no acceden a ese beneficio.
Lo que ha dado a conocer la última encuesta nacional en Colombia es que uno de cada tres niños menores de seis meses estaba recibiendo leche humana, una cifra que ha disminuido desde las encuestas de 2005 (46,9 %) y de 2010 (42,8 %), mostrando con esto una reducción importante.
La leche humana proporciona todos los nutrientes, las calorías y los líquidos necesarios para el bebé. Apoya el desarrollo y el crecimiento del cerebro, y es más fácil de digerir para el recién nacido. La lactancia materna continúa proporcionando los anticuerpos saludables que el bebé recibió naturalmente en el útero. Esto aumenta la inmunidad a todo, desde el resfriado común hasta afecciones más graves.
Le puede interesar: Cómo influye la ingesta de comida chatarra con enfermedades hepáticas
De hecho, las investigaciones muestran que la lactancia materna ofrece protección contra el asma, eccema, diabetes, obesidad, leucemia, caries, infecciones de oído, diarrea persistente y mucho más.
Beneficio en las mujeres que lactan
Pero los beneficios no están solo pensados para el bebé, sino también para la mamá y lo primero que se tiene que saber es que sirve para tener una recuperación más satisfactoria luego del parto.
Las hormonas que se liberan durante la lactancia materna ayudan a que el útero vuelva a su tamaño normal más rápidamente y pueden reducir el sangrado posparto.
Probablemente debido a los cambios hormonales, la lactancia materna la protege contra la diabetes, la presión arterial alta, y los cánceres de mama y ovarios. También puede ayudar a mantener los huesos fuertes, lo que ayuda a protegerle de fracturas óseas en una edad mayor. También provoca la liberación de oxitocina, una hormona vinculada con sentimientos de empatía, afecto, calma y comunicación positiva, todo lo cual puede ayudarle a ser la madre cálida y atenta que desea ser.
A menudo, las madres que amamantan a sus hijos descubren que su período no regresa, en especial, durante los primeros seis meses después del nacimiento. Esto puede ayudar a que el hierro se mantenga en su cuerpo y puede ofrecer algunos beneficios anticonceptivos naturales.
Lo que puede atentar contra la lactancia
En este momento, lo que más ocupa a la OMS es que las estrategias de marketing usadas por las empresas que venden productos con la falsa promesa de que pueden reemplazar la leche materna, están logrando que las mamás dejen de lactar con la esperanza que van a estar igual de alimentados, lo cual la misma organización ha desmentido en varias oportunidades.
“El mundo y las tecnologías digitales han creado nuevas y poderosas herramientas de marketing para la promoción de los sucedáneos de la leche materna”, indicó la organización.
Algunas de las estrategias más comunes y efectivas son el uso de influencers, la creación de aplicaciones para padres y la invitación a grupos de apoyo en redes como baby-clubs.
Para ejemplificar, la OMS señala que un solo artículo de una celebridad influyente que rastreó (y que parece estar patrocinada por una marca de sucedáneos de leche materna) llegó a más de un millón de personas y generó 155.000 interacciones en un día.
Otro dato interesante es que para el 2017 las ventas de alimentos para bebés registraron $673.000 millones en Colombia, y en 2022, según Educar Consumidores, pudieron haber sobrepasado los $790.000 millones.
Los reportes de malas prácticas de algunas compañías condujeron a la creación de un código que aprobó la OMS a principios de los años 80. El Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de Leche Materna, como lo llamaron, fue claro: las empresas no debían entregar muestras gratis a las madres ni a los profesionales de la salud. Tampoco podían involucrarse en la educación médica y ser claros en las etiquetas de las “fórmulas”. Sus latas o frascos no deberían llevar figuras ni términos que invitaran a preparar la “leche”.
Colombia decidió acoger ese código en 1992 con un decreto (el 1397), que desde entonces no ha sido actualizado. Lo cierto, asegura Gloria Pinzón, directora del Departamento de Nutrición Humana de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, es que “al no haber una ley, Colombia se convirtió en un terreno abonado en el que se puede comercializar en todos los niveles.