Faiz Siddiqui, un hombre de 41 años que se graduó de abogado en la Universidad de Oxford, emprendió una batalla legal en contra de su familia para exigirles cuota de alimentos por el resto de su vida a pesar de que sus padres le brindaron todas las comodidades hasta el momento. Siddiqui asegura que sus padres deben seguir manteniéndolo por su condición de “adulto vulnerable”.
A pesar de que el sujeto ha trabajado a lo largo de su carrera como abogado en varios bufetes desde que se graduó, según lo indica el diario inglés ‘The Sun’, no ha conseguido ningún trabajo desde 2011 y es por esta razón, la falta de éxito en el mundo laboral, la que lo ha llevado a tomar medidas desesperadas como demandar a sus propios padres, exigiendoles apoyo financiero.
Sus argumentos se basan en que sufrió serios problemas de salud durante su infancia y en caso de no recibir el pago que está solicitando a sus familiares, esto podría constiuirse como “una violación de sus derechos humanos”.
No obstante, el abogado de los padres, Justin Warshaw, señaló en una oportunidad que “estos padres ancianos tienen su opinión formada acerca de lo que es mantener a un hijo difícil, exigente y obstinado”.
El pleito legal empezó en 2020, no obstante, un juez del tribunal de familia del país europeo rechazó la curiosa petición de Faiz Siddiqui. En ese entonces los padres creyeron que habían ganado la ‘guerra’, pero solo habìan ganado ‘la batalla’, pues ahora la Corte de Apelaciones de Reino Unido desempolvó el caso. Este proceso legal no tiene precedentes en ese país, pero sin duda va a ser decisivo en lo que respecta a la jurisprudencia en torno a estos temas.
Siddiqui es abogado de profesión, pero su carrera se caracteriza por entablar demandas insólitas, pues en 2018 también sorprendió por iniciar una acción legal en contra de su alma mater, la prestigiosa Universidad de Oxford. Al igual que en la demanda contra sus padres, el hombre utiliza unos argumentos bastante peculiares, pues el motivo de la acción legal se basaba en que la institución le proporcionó una “enseñanza inadecuada”, y la prueba es que sus calificaciones no son las mejores. El caso fue rechazado.