En el cierre de la Serie A en Italia, que consagró al Napoli como campeón después de más de tres décadas y el Milan, le dio un emotivo adiós a uno de sus jugadores más destacados.
En el estadio Giuseppe Meazza, se llevó a cabo el partido entre el Milan y el Hellas Verona, correspondiente a la última jornada de la liga italiana. Aunque el encuentro terminó con una victoria de 3-1 en contra del Milan, el resultado pasó a un segundo plano esa noche.
El público italiano presente en Giuseppe, se preparó para despedir al sueco Zlatan Ibrahimovic, quien disputaba su último partido en el estadio que fue testigo de numerosas hazañas del delantero a lo largo de su carrera.
Una serie de homenajes para el futbolista de 41 años se prepararon, entre ellos un mosaico en su honor que se desplegó en las gradas. Además, cuando Ibrahimovic se dirigió a los miles de aficionados que lo ovacionaban en el Giuseppe Meazza, no pudo contener las lágrimas, conmoviendo a los fanáticos del equipo italiano.
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La última lesión del jugador sufrida el 22 de mayo de 2022, durante el partido contra el Sassuolo, equipo que en ese momento ocupaba el último lugar en la tabla de posiciones, fue una de las principales razones por las que dejó el fútbol de manera profesional.
La carrera de Ibrahimovic está llena de logros que incluye cinco títulos de liga italiana en total (dos con el Milan, dos con el Inter y uno con la Juventus), dos Eredivisie, cuatro Ligue 1, tres Supercopas de Italia, dos Copas de Francia, tres Supercopas de Francia, una Europa League que conquistó con el Manchester United, una FA Cup, una Community Shield, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes que ganó con el Barcelona.
El legado de Ibrahimovic en el fútbol europeo es innegable, y su partida deja un vacío en los corazones de los aficionados y en la historia del Milan. El delantero sueco ha dejado una huella imborrable en el deporte rey y será recordado como uno de los grandes talentos de su generación.