Al parecer, tras la implementación de la ‘Matrícula Cero’, el trámite de recursos dificultas los pagos a catedráticos y profesores ocasionales en la Universidad Surcolombiana. Para el otro año se estima un faltante presupuestal de más de $25 mil millones. En un futuro próximo la universidad sería inviable.
Diario del Huila, Investigación
CARLOS ANDRÉS PÉREZ TRUJILLO
La constante en la Universidad Surcolombiana (Usco) durante años, ha sido el pago moroso a sus docentes catedráticos y ocasionales.
Recientemente algunos docentes bajo esta modalidad se han venido quejando no solo por el pago extemporáneo, sino por tener que trabajar hasta meses ‘gratis’ debido a que no les hacen adición a sus vinculaciones. Por ejemplo, este semestre los vincularon a principios de agosto con contratación hasta la primera semana de octubre. Más adelante les adicionaron hasta el 5 de noviembre. Es decir, llevan 10 días dando clases sin vinculación alguna.
Este medio intentó comunicarse con el jefe de Talento Humano de la Usco, José Eurípides Sanabria, para saber la situación real de la universidad, sin embargo no se logró una respuesta.
Sin embargo, hablamos con Sergio Gustavo Hernández, docente de la asignatura de laboral en el programa de Derecho de esta universidad. Afirmó que la constante en el alma mater es el no pago a tiempo de la nómina, sobre todo de catedráticos y ocasionales. Dijo que siempre la mora es de 10 o 15 días. Además, indicó que algunos profesores dependen en gran parte de este pago, razón por la cual la lesión es mayor.
Para el profesor Sergio antes de que se implementara la ‘Matrícula Cero’ había más prontitud en el pago de estos gastos debido a que los ingresos por concepto de matrícula alivianaban un poco esta carga. Ahora como el trámite es más lento ante el Ministerio de Hacienda, la viabilidad podría durar hasta seis meses. “Preocupa esta situación”, concluyó.
El faltante presupuestal millonario
Lo que se preguntan los profesores que padecen esta situación es qué puede estar generando esta crisis en los más de 700 catedráticos y 100 ocasionales en la Usco. Las causas, según algunos docentes consultados por este medio, pueden llegar a ser el desbalance entre el presupuesto anual elaborado a finales de cada año y el gasto (mayor a lo estimado) al finalizar el año siguiente.
Los recursos girados por la Nación no son suficientes en relación con los gastos generados en el centro de educación superior cada año. Esto obedece a varios factores, uno de ellos es que a los docentes de planta se les incrementa el sueldo en relación con las publicaciones que realicen de artículos o libros. Estos puntos (que pueden ser 15 por publicación) tienen un valor salarial. Adicional a esto está la realidad de la acreditación de títulos de alto nivel (doctorados y maestrías).
Por otro lado, los administrativos cuentan con incrementos de puntos porcentuales con base en lo establecido en convenciones colectivas, adicionales al incremento del IPC anual. Esto genera otro gasto.
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A toda esta realidad financiera también se le adiciona el hecho de que ahora todas las universidades públicas del país deben asumir la ‘Matrícula Cero’, es decir, que los estudiantes del nivel de pregrado ya no tendrán que pagar por estudiar en la universidad. Esto hace que los centros de estudio ahora perciban estos recursos a través del Ministerio de Hacienda, lo que hace que la solvencia para el pago se retrase un poco más.
Así las cosas, al terminar el año pasado el faltante presupuestal estimado era de 20 mil millones de pesos y este año se estima que el faltante sea superior a los $25 mil millones.
Demandas por pago irregular
Adicional a este desbordado manejo financiero, laboralmente se viene presentando un fenómeno que atenta con las finanzas de la universidad, y tiene que ver con la liquidación de las prestaciones sociales de catedráticos.
Desde hace por lo menos 10 años demanda tras demanda viene desangrando la universidad, debido a que no se ha realizado la liquidación con la fórmula apropiada. En este momento cursan cuantiosas demandas que terminan en conciliaciones o en pago a los demandantes.
Para el jefe de programa de Derecho, Oscar Javier Reyes, quien además es directivo del sindicato SINPROUSCO, toda esta inestabilidad laboral en catedráticos y ocasionales genera problemas en los docentes ya que no tienen estabilidad ni con una certificación laboral.
Por su parte el abogado y docente de este mismo programa, Daniel Cortes, quien tiene una vinculación de ocasional indicó “a comienzos de octubre pidieron documentos para prorrogar la vinculación de los docentes ocasionales, pero hasta ahora no han informado nada”. En este sentido, se supo de unos requisitos solicitados por la oficina de Talento Humano de la Universidad.
Las soluciones a la problemática
Diario del Huila habló con el docente del programa de Contaduría, Juan Camilo Ramírez, quien fue vicerrector administrativo hace algunos años, él afirmó que “la universidad tiene una situación y es que en este momento hay una planta que está vacante, y cada año se tienen que ir surtiendo los procesos de convocatoria para hacer los nombramientos de planta. Entonces, esta situación en primer lugar dificulta la posibilidad de seguir continuando con los procesos de convocatorias de planta por la razón de que ese recurso está generando el alivio del faltante presupuestal. Lo que hace la universidad es generar el traslado”, señaló.
Para Ramírez, “si la situación continúa así, en muy poco tiempo, pero en muy poco tiempo, la universidad puede dejar de funcionar porque no va a tener como pagar a los catedráticos. Lo que afecta lo misional de la universidad, especialmente con lo que tiene que ver con funcionamiento. No va a tener como pagarle a los docentes catedráticos y ocasionales y eso puede generar una parálisis en la institución; por eso es de gran urgencia que se hagan las reformas a la Ley 30, especialmente con lo que tiene que ver con la financiación de la educación superior, porque se puede ver afectado el funcionamiento misional”, recalcó Ramírez.
En lo que tiene que ver con el incremento salarial de docentes por sus continuas y periódicas publicaciones científicas, el profesor señaló que “el problema para mí no es ese, porque son derechos laborales establecidos para los docentes por su producción científica. Muchos docentes en ocasiones tienen que sacar de su propio bolsillo, generar esfuerzo para poder formarse, para poder hacer estudios del nivel de maestría o doctorado, que en términos presupuestales es costoso. Tiene mérito y hay que darle mérito a la labor docente. En ese sentido, el problema no es que el docente por su producción tenga un alcance superior a lo que sub el IPC, sino que se deben generar que esos incrementos los asuma el gobierno y no la universidad”, recalcó.
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