Sorprende el municipio de Algeciras, en lo que va corrido del año han matado a 18 personas. Campoalegre, que también es un municipio pequeño, registra 15 muertes. Neiva y Pitalito son los más violentos. ¿A qué se debe el fenómeno de los homicidios?
DIARIO DEL HUILA, INVESTIGACIÓN
CARLOS ANDRÉS PÉREZ TRUJILLO
La cifra de 190 homicidios en Huila ya superó la registrada el año anterior que fue de 170 personas asesinadas. Pese a esto, las víctimas son menos que las del año 2021, anualidad que registró 230 fallecidos.
Lo anterior indica que el promedio de homicidios mensual en el Departamento es de 21 personas. Siendo Neiva y Pitalito los municipios más violentos en esta conducta punible: el primero con 46 muertes, mientras que el segundo registra 21 casos.
Hay dos municipios que preocupan: Algeciras con 18 muertes violentas con arma de fuego y Campoalegre con 15 casos. La Plata, que es una jurisdicción mucho más grande registra 10 muertes, luego está Acevedo con 9 muertes, al igual que Garzón.
De acuerdo con el observatorio de ‘Estadística delictiva’ de la Policía Nacional, la tendencia en todos los casos es el uso de armas de fuego en la cometida de los delitos. Según Jairo Toledo*, abogado en criminología y experto reconstructor de escenas de crimen en 3d, señaló que una de las razones por las cuales los delincuentes prefieren el arma de fuego es por su efectividad a la hora de cometer el crimen. Lo otro es que pueden cometer el delito a distancia, mientras que con el arma blanca necesariamente tienen que estar a una distancia mínima de la víctima.
“Usted ve que una persona le saca un arma de fuego con decisión y con la intención de agredirlo, eso también genera una reducción de la persona. Alguien que no tenga como defenderse tendrá que someterse a ese tipo de acción. Otro tema es el uso de las armas traumáticas, y por eso es que lo regularon también, esa utilización también ha propiciado escenarios de violencia”, recalcó Toledo.
¿Tráfico de munición?
Así como se convirtió en un hecho de fácil acceso el adquirir un arma traumática en Neiva, la compra de munición es igual. De acuerdo con la versión de una persona aficionada al disparo deportivo, en la ciudad hay más de tres Clubes de Tiro deportivo donde expenden munición para armas de fuego letales (calibre 9 milímetros y calibre 38).
“Eso no tiene control uno va y compra una caja que trae 50 cartuchos, cuesta de $260.000 a $350.000, usted puede disparar 20 y los demás los toma. Eso no tiene control, lo que hace que la delincuencia aproveche esta situación para inscribirse por solo 150.000 a un club y listo, se hace a la munición para cometer delitos en la calle”, aseguró la fuente que pidió reserva de su nombre.
Al respecto nos intentamos comunicar con el comandante de la Novena Brigada para conocer una voz oficial, sin embargo, no se refirieron al tema. Por otro lado, una voz extraoficial de la brigada señaló que si bien Indumil es la industria militar y conoce los procesos para fabricación de armas, municiones, granadas y explosivos, la persona jurídica que compra la munición es responsable de su uso. Asimismo indicó que la responsabilidad de este control es de Policía y Fiscalía.
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¿Falta de pie de fuerza en la ciudad?
Aunque el secretario de Gobierno de Neiva, Raúl Rivera, hace algunos días señalaba que habían bajado los índices de hurto y de inseguridad en Neiva. La sensación de inseguridad está presente.
Mientras en el 2021 se registraron 70 homicidios en Neiva, al año siguiente fueron 50, y en lo que va corrido de este ya son 46 las víctimas. El reproche de algunos ciudadanos es que hace falta más pie de fuerza en las calles de la ciudad.
“Para el caso de Neiva las patrullas de la Policía solo están en ciertas sectores de algunas comunas. Ahora andan en dos motocicletas, por la problemática de la inseguridad. Entonces esto hace que si ven la patrulla en el centro, en otros lugares de la ciudad no estarán, eso ya lo conocen ellos. Eso ha aumentado el índice de criminalidad acá en la ciudad. Hay pocos policías y esto no da abasto”, advirtió el abogado Toledo.
Según el relato del jurista, ha disminuido la presencia policial en la ciudad, lo que está siendo aprovechado por la delincuencia. Esta versión contrasta con la dada hace unos días en este medio de comunicación por el secretario de Gobierno de Neiva, Raúl Rivera quien afirmó que existe un plan para atacar la delincuencia en la ciudad denominado “Plan choque 360”, lo cual ha permitido que la cifra de hurtos haya disminuido en un 26%, en relación con el año anterior.
Para el funcionario, de los 1200 policías que tiene la ciudad, cerca de 350 hombres se dedican al ‘Plan de choque’. En Neiva hay 72 motorizados (Policía y Ejército): grupo Esparta, Fénix, grupo de Choque y reacción del Ejercito Nacional. Por otro lado, el secretario de Gobierno en su momento señaló que el ideal es tener en Neiva unos 2 400 activos de la Policía.
Las causas de los homicidios
Diario del Huila habló con Daniel Cortes, profesor de derecho de la facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Surcolombiana. Según él, este fenómeno social de los homicidios se genera debido a que el “tejido social” está roto, aunado a la pobreza, desigualdad social y falta de oportunidades que hace que –esencialmente jóvenes- cometan este tipo de conductas punibles en todo el país.
Para el abogado Cortes, el Estado con todo su aparato podría disminuir sus índices de homicidios, sin utilizar la fuerza, de forma indirecta y por medio de políticas públicas a largo plazo “para que las generaciones futuras de jóvenes tengan oportunidades de acceder a la educación superior, conseguir un trabajo estable o conseguir medios para iniciar un emprendimiento que les permita sufragar sus gastos y los de su familia. Al final estos índices son consecuencia del tejido social rotos; jóvenes que vienen de familias con problemas económicos, sicológicos. Familias disfuncionales, que ante la falta de oportunidades, y la indiferencia del Estado se ven casi que obligados a sobrevivir en un escenario no muy amigable y cíclico en contra de ellos”.
Según Cortes, otro factor que incide en esta problemática es la falta de personal y de presupuesto de la Fiscalía General de la Nación y de la Policía en la prevención de este tipo de conductas. “La Fiscalía tiene mucho trabajo, pocos funcionarios, y adicional a ello, algunos fiscales están designados a dedo, pues no han abierto concurso de méritos para ofertar la mayoría de cargos. Tienen funcionarios que en ocasiones no tienen la experiencia profesional idónea, ni ética. Incluso, terceros han tenido que radicar acciones judiciales (como acciones de cumplimiento o populares para que jueces le ordenen a la Fiscalía ofertar sus cargos a concurso de méritos)”. *Jairo Toledo (Nombre cambiado por seguridad).
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