El reciente fenómeno de El Niño ha generado preocupaciones en el sector energético colombiano, con el descenso notorio en los niveles de los embalses hídricos del país. Desde que inició este fenómeno climático el 4 de noviembre de 2023, el nivel de los embalses ha disminuido drásticamente, pasando del 112,73% al actual 38,60%. Este descenso representa una caída del 65,75%, aproximadamente 74,13 puntos porcentuales, en menos de cuatro meses y medio.
Estas cifras preocupantes, sin embargo, no han resultado en un aumento desproporcionado en los precios de la energía en bolsa. A pesar de algunas fluctuaciones, el precio promedio en bolsa ha experimentado un incremento de $91,59/kWh desde el inicio del fenómeno. Incluso con los picos registrados, como el pasado 11 de diciembre cuando el precio alcanzó los $948,84/kWh, el mercado energético ha permanecido relativamente estable.
Según Camila Orbegozo, directora de análisis sectorial y sostenibilidad de Corficolombiana, los precios de la energía en bolsa se mantienen aún un 50% por debajo del precio de escasez, lo que brinda un cierto grado de tranquilidad. Sin embargo, advierte sobre la reciente aceleración en los precios de los contratos de largo plazo, reflejando el empeoramiento de la situación hídrica en el país.
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Analistas señalan que la preocupación crecerá si la caída en los niveles de los embalses alcanza el 30%, lo que podría ocurrir hacia principios de abril si persiste la tendencia actual. Actualmente, el nivel de reposición hídrica está por debajo del 50% de la media, indicando una situación crítica que podría agravarse antes de que finalice el fenómeno.
En febrero, el precio promedio ponderado en bolsa aumentó ligeramente en comparación con el mes anterior, llegando a $573.22/kWh. Durante este periodo, el 68,07% de la energía se generó mediante fuentes renovables, principalmente hidroeléctricas, mientras que el 31,93% restante provino de plantas térmicas.
Con incertidumbre sobre cómo evolucionará la situación en los próximos meses, el sector energético está atento al comportamiento de los embalses y los precios de la energía en medio del fenómeno de El Niño, que se espera que llegue a su fin hacia mediados de abril.
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