DIARIO DEL HUILA, CIUDAD
Por: Hernán Galindo
Fotos: Tatiana Ramírez
Durante las movilizaciones en la ciudad de Neiva al igual que el país, no solo se presentaron actos de vandalismo, sino que hubo varias muestras artísticas que acompañaron las jornadas. Diario del Huila se hizo presente en esas marchas y muestra los rostros de esos neivanos que tienen fe en un mejor mañana pese a las difíciles condiciones que atraviesan; por la pandemia y la crisis económica que los ha dejado sin trabajo, sin oportunidades.
“Salgo a marchar porque me duele mi país y siento que hay que acompañar a la gente. Por empatía con el dolor de la gente, con la inconformidad. Respetar los acuerdos de paz es con lo que más he sentido conexión, necesitamos que el Gobierno cumpla con lo pactado. Le reclamo actitud. Solo con escuchar no se resuelven las cosas, necesitamos acciones concretas”. Dice, Juan Carlos Pascuas, músico de 40 años.
Sin embargo, en medio de las protestas, no todo ha sido violencia y destrucción. Hubo otras actividades que acompañaron la jornada como la música, el baile y el arte; como una manera diferente de hacerse sentir en las manifestaciones.
“Como docentes y como colombianos, nos duele. Me preocupa la educación, que a lo largo de los años siempre ha quedado en segundo plano. Para erradicar la guerra primero debemos educarnos.
Al Gobierno le pido que realmente haga un pronunciamiento concreto y verdadero por todas las injusticias, por todos los estudiantes que han sido violentados, son bastantes días de lucha y de resistencia”, opinó Juan Ardila, de 49 años, quien es profesor de un colegio.
Fueron varias agremiaciones, como la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia, la asociación de educadores del Huila, las que salieron a la marcha y que además de las arengas se acompañaron con música y arte a lo largo de los recorridos.
Los jóvenes marcharon, pero actos culturares, sus expresiones y su música eran los protagonistas detrás de las arengas y cánticos en contra de la Reforma Tributaria. Actuación que acompañaban con música y a través de las redes sociales los ciudadanos elogiaron la genialidad para protestar de estos artistas.
Fernando yucuma de los pueblos indígenas del Huila, reflexiona sobre las protestas: “Día a día a los líderes indígenas nos están acabando, nos están matando. Protesto por los derechos de los pueblos indígenas, por el mal Gobierno, el desempleo y la desigualdad. Por eso marchamos los pueblos indígenas, por la igualdad de derechos. Le reclamo al Gobierno que respete los territorios y que se respete la vida”.
Siempre se combinaron, la música, la danza con las arengas y las voces de protesta contra la reforma tributaria, el alto índice de desempleo y en general el descontento que se siente en una ciudad que como capital del departamento congrega el sentir de todo el Huila.
Marcela Polanía una abogada opina: “Me estoy movilizando por el incumplimiento de los acuerdos de paz, por la falta de garantías en su implementación que ha llevado a lo está pasando en la ruralidad colombiana. Volvimos nuevamente a los falsos positivos, a los asesinatos selectivos”.
Ni la alta temperatura ni el sol canicular de medio día que acompañó la protesta detuvieron la danza y el ‘show’ de diferentes personas en pleno Parque Santander, bailaron a ritmo de la música folclórica de la región.
“Protesto por justicia, por buscar la verdad. Lo que más me mueve es el asesinato de líderes sociales y la implementación del acuerdo de paz. No hay que satanizar las marchas, el presidente debe sentarse con los dirigentes de las marchas de todos los sectores, pero en serio”, dice el abogado Carlos Gómez.
Fueron muchos los momentos de emoción que lograron captar la atención de Diario del Huila al ver como son más los buenos que los malos. Las marchas no son los vándalos que dañan y destruyen monumentos o los que atacan la infraestructura del comercio. Son esas gentes del común que buscan sobrevivir a la pandemia pero que quieren así mismo tener oportunidades.
El plan es marchar los días que sean necesarios hasta que logremos lo que queremos. Oportunidades para todos en especial para nuestros hijos, pide la educadora Mariela Leal, de 42 años. Leal está acompañada por su hijo de 19 años y lleva una pancarta que dice “Soy mamá y a las calles iré a luchar”.
Las caravanas se iniciaron en diferentes sectores de la ciudad y tuvieron como punto de llegada y concentración final el parque Santander en donde desafortunadamente se presentaron los mayores daños como consecuencia de los actos vandálicos que empañaron la protesta.
“Protesto para que se agilice la implementación de los acuerdos y para que desmonten el Esmad [Escuadrón Móvil Antidisturbios], ese sería mi reclamo central. Todos nacimos en un contexto de violencia, queremos la paz con justicia social”, dice Gilberto Cárdenas comerciante.
Así con rostros pintados con los colores de la patria o los colores de la vida, uno a uno fue manifestando sus sentimientos frente al actual momento del país y de su región los neivanos que dejan en claro que son más los buenos que los malos.
“Son muchas cosas, no es una cosa puntual. Venimos todos cansados. El país está cansado. Venimos cansados, son 50 años bajo la opresión de cuatro o cinco apellidos, esto tenía que pasar tarde o temprano, opina Amín Losada de 50 años y músico de profesión.
Así es opina, Germán Rodríguez, estudiante de artes: Son muchas cosas. El sueldo de los congresistas, el maltrato animal, la deforestación, ver cómo los políticos se ríen de nosotros. Que no se roben la plata, que tengamos más oportunidades”.
Como conclusión recogemos las palabras de Iván Benavides, compositor y productor: “Hay una deuda histórica gigantesca con gran parte del país. La gente está clamando por cosas muy claras: la implementación real de los acuerdos de paz, los derechos humanos, el respeto a la protesta pacífica, no persecución de los líderes y en contra de políticas muy agresivas a nivel de lo financiero y lo laboral”.
