Por: Aníbal Charry
Muchos colombianos se han preguntado porque motivo, con el retiro de la reforma tributaria, no han cesado las marchas y los movimientos sociales en el denominado PARO NACIONAL, que se adelanta en los actuales momentos, y al cual, los medios de comunicación y la Policía Nacional, al igual que el Presidente, los Ministros y los miembros de los sectores económicos, cuestionan por el vandalismo y las formas violentas que se han presentado en estos ocho días de parálisis nacional en todos los aspectos y que han de afectar la economía nacional, sin mirar quienes son los hostigadores o la razón de ser de la infiltración que día a día se denuncia en dicha protesta.
Olvida fácilmente el colombiano, olvida para bien de sus propios intereses, y es bueno recordar que este PARO NACIONAL, fue convocado desde el año 2019, y que se dieron una serie de marchas y de movimientos dirigidos como advertencia a todo lo que se veía venir, y que en su momento fueron contrarrestados con la violencia oficial, con la muerte de jóvenes y personas cuyos delitos, aún, hoy siguen en la impunidad.
Paro que en su momento fue presidido por el Comando Nacional Unitario (CUT, CGT, CTC, CPC) y con la participación del COS, la Cumbre Agraria, Aconalferros, CRIC, UNEES, CREES y más de 100 organizaciones sociales, estudiantiles y sindicales, y en el cual se enlistó un total de 104 puntos para tratar y negociar con el Gobierno Nacional, quien se negó hasta último momento a negociar o escuchar a los voceros del mismo, en tanto que convocó con procedimientos distractores a una conversación nacional, como se ha presentado en los actuales momentos.
La aparición de la pandemia del año 2020 y la represión brutal adelantada por las autoridades en el 2019, no fueron suficientes para contener la voluntad popular que se vio agrietada por la forma como el Gobierno Nacional, propuso una REFORMA TRIBUTARIA, con nombres disonantes y como lo ha siempre, tratando de distraer a la opinión pública nacional, lo que en su momento, rebosó la copa y generó todo este proceso que no tiene visos de solución pronta, cuando el Congreso de la República, los Partidos Políticos y las instituciones de la Administración de Justicia, se unen para propiciar la continuidad de un sistema injusto, que cada día genera más y más pobreza y nos arropa con el manto de la miseria, como las mismas estadísticas oficiales, así lo pregonan.
Este movimiento tiene que ver con la derogatoria de la reforma fiscal que se denominó LEY DE CRECIMIENTO ECONOMICO del 2019 y que protegió desmedidamente a las clases económicas altas y afines al gobierno, y por tanto, con la agenda que debe envolver todos los puntos objeto de negociación, debe seguir adelante como un gran movimiento, donde afortunadamente o desafortunadamente, según el argot popular que se utilice para denominarla por unos y por otros, es la fuente de las más grandes desigualdades sociales, económicas y humanas, que en un año, ha propiciado que más de cuatro millones y medio de colombianos, pasen a engrosar las filas de la miseria absoluta, como lo expone el DANE, en informes recientes.
Entonces, hay razón y fundamento para entender que el PARO SIGUE y que las causas que le dieron origen, aún siguen vigentes, siguen latentes y en el momento en que este cese, la represión y la violencia judicial, económica y la persecución ciudadana, cobrara vigor y se encargará de mostrarnos el crecimiento del índice de muertos, de líderes, sindicalistas, dirigentes comunales y desaparecidos como ha venido sucediendo incluso en época de la pandemia y en tanto que ningún Fiscal, Procurador o Magistrado de nuestro Estado Social de Derecho, será capaz de presentar a la opinión pública internacional, único aliado en estos momentos, de nuestro dolor y de aflicción una explicación acertada por la que pasa el pueblo colombiano. No olvidemos, que eso es lo que quiere el GOBIERNO, las causas de desigualdad e injusticia, siguen vigente y no a solución ni se ofrece solución alguna próximamente.
