La comunidad y los militares, son las principales víctimas de las minas antipersona, utilizadas en el conflicto armado colombiano, cuya finalidad es causar daño a la Fuerza Pública, sin embargo, a veces los civiles que no tienen nada que ver en la estela de violencia, terminan siendo las víctimas.
Así lamentablemente, le ocurrió a una niña de tan solo nueve años de edad, quien cayó en un campo minado y uno de estos artefactos, la dejó gravemente herida, siendo trasladada al Hospital Universitario Hernando Moncaleano, donde se recupera de esta tragedia que ocurrió en la vereda Cristo Rey, adscrita al municipio de San Vicente del Caguán, Caquetá.
Municipios libre de artefactos
En este sentido, el teniente coronel, Julián Leonardo Suárez, comandante del Batallón de Ingenieros de Desminado Humanitario número 5, manifestó en lo relacionado al avance de esta obra, “de los 37 municipios que tiene el departamento del Huila, 36 ya están libres de sospecha de mina antipersona. Ahora el esfuerzo principal, lo estamos adelantando en el municipio de Baraya, el cual ya tenemos en un 87%, nos falta el 13% de las veredas La Libertad, Laureles, que se encuentran ubicados en límites con el departamento del Meta, antiguos corredores transitados por la insurgencia”.
“Nos enfocamos en esta zona, sin embargo, es una operación muy técnica ya que hemos encontrado más de 130 artefactos explosivos, ubicados en esta zona norte del departamento, proceso que realizamos con paciencia, con el fin de no arriesgar la integridad de los desminadores en el desarrollo operacional”, destacó el militar.
Ya el pasado mes de agosto del año en curso en labores de desminado humanitario, los expertos ubicaron y destruyeron de manera controlada un total de seis minas antipersona y una granada de mano o munición sin explotar, que representaban amenaza para la población civil.
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Comunidad en riesgo
En relación a si había tenido problemas relacionados en el marco del conflicto armado en la región, el teniente, señaló. “Apenas tenemos conocimiento, llegamos a la zona y regularmente nos acompaña la población civil, ya que nosotros no contamos con armas de fuego, ya que somos un batallón cuyo principio es la neutralidad”.
A veces la misma población civil, solicita ayuda para que les retiren los artefactos explosivos de los territorios, puesto que en ocasiones son ubicados en potreros de fincas, donde hay tránsito y pueden poner sus vidas en riesgo o afectar a animales domésticos.
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Destruyeron siete explosivos
En este sentido, se conoció que los funcionarios, el pasado mes de agosto del presente año, entregaron a la comunidad de vereda La Libertad, municipio de Baraya, un camino interveredal totalmente seguro.
Durante las labores de desminado humanitario, los expertos ubicaron y destruyeron de manera controlada un total de seis minas antipersona y una granada de mano o munición sin explotar, que representaban una grave amenaza para la población civil.
Tras el arduo trabajo de desminado, este importante corredor vial se encuentra ahora libre de sospecha, lo que da seguridad y bienestar a los habitantes de la zona.
Y es que la liberación de este camino interveredal trae consigo múltiples beneficios para la comunidad de La Libertad, beneficios que hoy redundan en mayor seguridad para transitar con tranquilidad y acceso seguro a las tierras, mejorando la extracción de productos agrícolas y madera, e impulsando así su economía.
La entrega se realizó a través de la presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda, quien en representación de la comunidad expresó su agradecimiento por esta obra que transforma sus vidas, beneficiando a cerca de 63 familias (400 personas).
Niña víctima
Y en relación a la niña de 9 años de edad, que resultó herida al ser víctima de una mina antipersona en el departamento del Caquetá, el coronel Henry Herrera, comandante de la IX Brigada del Ejército, indicó: “gracias a Dios sigue evolucionando positivamente, nuestros militares cumplieron con su tarea de colocar la disposición del personal médico. Ya nos reunimos con un equipo de la Secretaría de Salud Departamental, Alcaldía, Bienestar Familiar para establecer hojas de ruta y seguirle garantizando los derechos a está menor, víctima de los grupos armados. Y no vulneren más su integridad y tenga una pronta recuperación”.
La pequeña necesitaba unas muletas, para poder movilizarse, que por fortuna ya fueron donadas por un empresario.
Cabe recordar que la niña de nueve años, resultó gravemente herida tras pisar una mina antipersonal en la vereda Cristo Rey, inspección de Guayabal, en el municipio de San Vicente del Caguán Caquetá. La explosión le causó la amputación de su pierna derecha, un hecho que ha conmocionado a la comunidad y ha generado un repudio generalizado hacia el uso de estas armas prohibidas por el Derecho Internacional Humanitario – DIH.
El lamentable hecho, tuvo lugar el sábado 24 de agosto, aproximadamente a las 4:30 a.m., la mañana en la vereda Cristo Rey se vio brutalmente interrumpida por la explosión que, en cuestión de segundos, cambió la vida de una niña y su familia. La comunidad, desesperada por la situación, contactó a las autoridades militares, quienes respondieron de inmediato. Tropas del Batallón de Alta Montaña N.° 9 de la Novena Brigada, perteneciente al Ejército Nacional, llegaron al lugar y prestaron los primeros auxilios a la menor.
El rápido accionar del Ejército fue crucial para estabilizar a la niña, quien presentaba una amputación traumática del tercio distal de su pierna derecha. Sin perder tiempo, se coordinó una evacuación aérea con el apoyo del Batallón de Movilidad y Maniobra de Aviación N.º 5, trasladando a la víctima desde la zona rural hasta Neiva, donde recibió atención médica especializada.
La menor fue ingresada de urgencia al Hospital Universitario Hernando Moncaleano Perdomo, que cuenta con recursos médicos para atender emergencias de este tipo. El personal asistencial, consciente de la gravedad del caso, activó de inmediato la ruta de atención integral para casos de trauma severo. La paciente fue llevada directamente al quirófano, donde un equipo de ortopedistas y traumatólogos trabajó incansablemente para controlar el daño causado por la explosión.
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Niñez y guerra
En este sentido y según Unicef-Colombia, ninguna persona -tampoco un niño, niña o adolescente – debería tener que enfrentarse a ese dolor, a esa conmoción: la de sufrir heridas o perder una parte de su cuerpo por una explosión causada por una mina antipersonal. Ningún padre o madre debería tampoco ver a sus hijos pasar por eso.
Siendo Colombia uno de los países más afectados del mundo por las minas antipersonal, con más de 100 víctimas al año, un 60% de estas civiles. Muchas minas se han acumulado en los años del conflicto armado, otras surgen cada día, con el aumento de las confrontaciones y en el desarrollo de nuevas hostilidades entre diversos actores armados. De acuerdo a la información recopilada por el Área de Responsabilidad de Acción Contra Minas en 2023, más de 520.000 personas, habitantes de 122 municipios de Colombia, estaban en riesgo de sufrir un accidente por artefactos explosivos o de ser confinadas o desplazadas por la presencia de estos artefactos (UNMAS, 2023).
