En un esfuerzo por promover una alimentación más saludable y sostenible, el Banco Mundial y varios países han lanzado nuevas iniciativas para reducir el consumo de proteínas de origen animal y fomentar dietas basadas en plantas. El reciente informe del Banco Mundial, titulado ‘Receta Para Un Planeta Habitable’, destaca que la demanda de productos animales representa casi el 60% de las emisiones agroalimentarias globales. Este informe, junto con las nuevas recomendaciones dietéticas en Noruega y Alemania, subraya la importancia de una mayor ingesta de alimentos vegetales.
Alemania y Noruega han actualizado sus guías dietéticas para reflejar este cambio. Alemania, por ejemplo, recomienda que al menos el 75% de la dieta diaria de sus ciudadanos esté compuesta por alimentos de origen vegetal. Este cambio es impulsado por preocupaciones sobre la salud humana y el impacto ambiental de la producción de alimentos.
Puede leer: La esperanza de vida en el mundo se redujo en casi dos años
La transición hacia dietas basadas en plantas no solo responde a la crisis climática, sino que también tiene beneficios significativos para la salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que dietas ricas en vegetales y bajas en sal, grasas saturadas y azúcares añadidos pueden reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
En Colombia, el programa Alimentando el Mañana está alineado con estas tendencias globales. Este programa promueve menús sostenibles en instituciones públicas y privadas, ofreciendo servicios gratuitos para implementar estos cambios. Según Natalia Téllez, Gerente del programa, Alimentando el Mañana tiene compromisos con 33 entidades a nivel nacional, incluyendo colegios y comedores comunitarios.
«Implementamos menús compuestos por legumbres, cereales integrales, vegetales y semillas, con la colaboración de profesionales especializados, médicos, nutricionistas y chefs que brindan un acompañamiento directo», explicó Téllez. Estos menús sostenibles son adecuados para todas las etapas de la vida y ofrecen beneficios económicos a largo plazo.
Con el respaldo de instituciones internacionales y la implementación de programas nacionales, la alimentación basada en plantas se perfila como una solución viable para enfrentar los desafíos de salud y ambientales del siglo XXI. La colaboración entre países y organizaciones es crucial para fomentar una transición global hacia dietas más sostenibles y saludables, asegurando así un futuro más verde y saludable para las próximas generaciones.
Le puede interesar: Ejercicio en la adolescencia evita enfermedades mentales
