La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, aseguró que la región de América Latina y el Caribe fue la más afectada de las regiones en desarrollo por la crisis del covid-19 y también será la que más lentamente se recuperará.
Bárcena pronosticó que sólo las economías avanzadas serían las únicas que retomarían este año la trayectoria de crecimiento prevista antes de la pandemia, ayudadas por los impulsos fiscales y aprovechando las condiciones favorables de financiamiento.
Al contrario, las economías emergentes, entre ellas América Latina, sólo lo harían recién en 2025. “Entre enero y septiembre de 2021, los países avanzados anunciaron nuevas medidas del orden de US$2,5 billones versus US$330.000 millones en mercados emergentes”, indicó la secretaria Bárcena.
De acuerdo con estimaciones de la Cepal, el PIB de América Latina creció 6,2% en 2021, impulsado principalmente por el consumo, al cual se sumaron las exportaciones y la formación bruta de capital fijo (asociada especialmente a las industrias extractivas).
Pero, según Bárcena, «se trata de una euforia efímera”, debido a que para 2022 se espera una desaceleración del crecimiento a 2,1%, lo que calificó como sumamente preocupante. “Los problemas estructurales que por décadas han limitado el crecimiento económico de América Latina y el Caribe, entre ellos los bajos niveles de inversión y de productividad, se han agudizado producto de la pandemia y limitarán la recuperación de la actividad económica de la región, más allá del repunte de 2021”, aseguró.
Respecto a la inversión sobre el PIB en la región, indicó que esta representó únicamente 19,5% en 2021, porcentaje significativamente menor al promedio mundial de 26,8%. “El reto de la política fiscal en los próximos años es mantener el gasto público pro crecimiento en un contexto de sostenibilidad fiscal”, dijo Bárcena y advirtió que “el incremento en el pago de intereses durante los últimos años ha reducido el espacio para otros gastos prioritarios”.