Un avión de transporte militar ruso se estrelló este miércoles en la región de Belgorod, cerca de la frontera con Ucrania, llevando consigo a 65 prisioneros de guerra ucranianos.
Según informes del Ministerio de Defensa del Kremlin, no hubo sobrevivientes entre los 65 prisioneros, seis miembros de la tripulación y tres acompañantes que se encontraban a bordo.
El gobernador de la región, Vyacheslav Gladkov, confirmó a través de su canal de Telegram que todas las personas a bordo perdieron la vida en el trágico accidente.
El Ministerio de Defensa ruso indicó que la aeronave transportaba a «65 prisioneros de guerra de las Fuerzas Armadas de Ucrania, que estaban siendo transportados a la provincia de Bélgorod para un intercambio, seis miembros de la tripulación del avión y tres acompañantes». Las autoridades rusas señalaron que la aeronave estaba destinada a realizar un intercambio de prisioneros.
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En redes sociales se difundió un video que, según informes, muestra el momento del accidente. Hasta el momento, no se ha proporcionado información oficial sobre las posibles causas del siniestro.
Este trágico incidente se produce en medio de la continua violencia en la región, con las tropas rusas ejerciendo presión en el territorio ucraniano. El martes 23 de enero, ataques rusos en Járkiv dejaron un saldo de 18 personas fallecidas, incluyendo a una niña de nueve años y su madre, víctimas de la ola de ataques en el este de Ucrania.
El diputado de la Duma Estatal, Evgueni Popov, informó que Ucrania fue notificada sobre la ruta del avión IL-76 que transportaba prisioneros de guerra. Es importante destacar que, tras los primeros informes sobre el accidente, el medio ucraniano Ukrainskaya Pravda, citando fuentes propias, alega que la aeronave fue derribada por las Fuerzas Armadas ucranianas. La investigación sobre las causas del accidente está en curso.
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