Te explicamos todo sobre el mono, dónde vive, de qué se alimenta y otras características. Además, cómo es su reproducción y cuánto vive.
DIARIO DEL HUILA, MEDIO AMBIENTE
Con el término mono nos solemos referir coloquialmente a cualquiera de las 200 especies conocidas de primates con cola, clasificables en platirrinos (monos del Nuevo Mundo) o cercopitecoideos (monos del Viejo Mundo), dado que pueden llevar patrones de vida muy distintos entre sí, dependiendo del hábitat y de la especie.
Los monos son mamíferos sociables de inteligencia mediana, que forman parte de nuestros más cercanos parientes evolutivos, algo que salta a la vista dadas las semejanzas físicas que presentan respecto del cuerpo humano.
Por ello es importante distinguir entre los monos y los simios hominoideos, como son los orangutanes, gorilas, chimpancés o gibones, primates mucho más próximos evolutivamente al ser humano. La diferencia entre unos y otros tiene que ver con la presencia en los monos de una cola y un esqueleto más primitivo y de menor tamaño.
Sin embargo, los monos comparten con el resto de los primates (entre ellos el ser humano) muchas características fundamentales, como es su desarrollo más lento que el del resto de los mamíferos de tamaño similar, la madurez más tardía y una expectativa de vida superior, además de una vida social más activa.
De hecho, la posibilidad de la zoonosis, o sea, de la transmisión de enfermedades entre monos y seres humanos es evidencia del grado de semejanza de nuestros sistemas fisiológicos.
Características de los monos
A grandes rasgos, los monos se caracterizan por los siguientes rasgos:
Como hemos dicho antes, se deben clasificar en Monos del Viejo mundo (cercopitécidos) y Monos del Nuevo Mundo (platirrinos). Cada grupo presenta características propias, debido a que la evolución los empujó por caminos distintos al estar separados geográficamente durante 135 millones de años.
Son animales mamíferos, dotados de cuatro extremidades prensiles y una cola, con un cuerpo cubierto de pelaje diverso. Su tamaño tiende a ser pequeño a mediano (en el caso de los platirrinos) o mediano a grande (en el caso de los cercopitécidos).
Poseen manos de cinco dedos, carentes de garras y dotadas de un pulgar oponible, lo cual les permite sujetarse de las ramas de los árboles y, eventualmente, asir instrumentos. Similarmente, sus colas pueden ser prensiles (platirrinos) o no prensiles (cercopitécidos).
Presentan una dentición similar a la humana: tres molares, dos incisivos y un colmillo de cada lado de la boca.
Poseen una gran capacidad visual, sentido predominante respecto de los demás, seguido de la audición y en último lugar el olfato. Los ojos son grandes y dirigidos hacia adelante, permitiendo la visión estereoscópica.
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Son animales sociales, que forman manadas con diverso nivel de organización y jerarquía.
¿Dónde viven los monos?
Los monos tienen presencia silvestre en América, Asia y África, y en su gran mayoría habitan selvas y bosques tupidos, aunque muchas especies se han adaptado a la vida en las grandes sabanas. Los monos del Viejo Mundo (cercopitécidos) habitan en África, Asia y regiones de Medio Oriente; mientras que los monos del Nuevo Mundo (platirrinos) habitan en el continente americano.
¿Qué comen los monos?
En general, como el resto de los primates, los monos presentan una alimentación omnívora y oportunista, que elige fuentes alimenticias muy variadas.
La gran mayoría compone su dieta a partir de productos propios de la vegetación selvática, como frutos, hojas, brotes, flores, tallos, semillas y resinas, con especial énfasis en los insectos para obtener nutrientes presentes en el organismo animal. Sin embargo, hay especies adaptadas a la ingesta de carne, para lo cual cazan pequeños roedores, aves, lagartos, murciélagos, ardillas e incluso serpientes.
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¿Cuánto tiempo viven los monos?
La expectativa de vida de los monos en libertad puede variar inmensamente dependiendo de la especie. Las más pequeñas pueden rondar los 15 a 20 años de vida, mientras que las especies más grandes pueden vivir unos 35 a 45 años. Es posible que en un cautiverio ideal estos períodos sean un poco más prolongados.
