La reciente orden de captura emitida por una Corte venezolana contra el candidato presidencial opositor Edmundo González Urrutia ha generado un amplio rechazo a nivel internacional.
A la condena inicial de nueve países latinoamericanos y Estados Unidos, se suman ahora los gobiernos de Colombia y Brasil, que han liderado las mediaciones entre el chavismo y la oposición en medio de la crisis poselectoral en Venezuela.
En un comunicado conjunto emitido por la Cancillería colombiana, los gobiernos de ambos países expresaron su «profunda preocupación» por la medida judicial adoptada el 2 de septiembre. La declaración subraya que esta acción «afecta gravemente los compromisos asumidos por el Gobierno venezolano bajo los Acuerdos de Barbados», en los que se había acordado fortalecer la democracia y promover la convivencia pacífica en el país.
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El comunicado también advierte que esta orden de detención «dificulta encontrar una solución pacífica, basada en el diálogo entre las principales fuerzas políticas venezolanas», y reitera el compromiso de Colombia y Brasil con la estabilidad en la región. Ambos países han jugado un papel clave en las negociaciones para superar la crisis política en Venezuela, mediando entre el gobierno y la oposición en un esfuerzo por restaurar la paz y la democracia en el país.
Con esta declaración, Colombia y Brasil se suman a las voces internacionales que piden al gobierno venezolano respetar los principios democráticos y garantizar un proceso electoral justo y transparente, en el que todos los candidatos puedan participar sin temor a represalias.
Cabe mencionar que la orden de detener a Edmundo, surgió tras no asistir a tres llamados de la Fiscalía para declarar. González había anunciado que no acudiría al llamado debido a que, según él, no contaba con garantías “del debido proceso”.
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