A pesar de que es una práctica común, ciertos alimentos pueden convertirse en un riesgo para la salud después de que son recalentados.
DIARIO DEL HUILA, SALUD
Guardar comida en el refrigerador o las ollas y recalentarla posteriormente es una práctica que ha ido aumentando con el pasar de los años, por lo que es algo muy recurrente en distintos hogares. De hecho, en Colombia se suele utilizar demasiado la expresión ‘calentado’, lo que hace referencia a realizar esta práctica, especialmente en horas de la noche.
Sin embargo, muchas personas desconocen que esta acción que parece inofensiva puede conllevar a riesgos en la salud de las personas, debido a que hay ciertos alimentos que no son recomendables recalentar por las toxinas que sueltan.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), indica que los alimentos pueden transmitir más de 200 enfermedades al ser humano, lo que puede llegar a dejar más de 400 mil muertes al año.
La entidad sanitaria explica que hay errores comunes que se cometen a la hora de manipular los alimentos y que son responsables de una gran proporción de los episodios de enfermedades transmitidas por la comida en todo el mundo. Dentro de estos errores se encuentra preparar los alimentos que van a ser consumidos horas después, no mantenerlos en buenas temperaturas, poner en contacto los alimentos crudos y cocinados, entre otros.
Frente al recalentamiento de la comida, la OMS precisa que para realizar este proceso de la mejor manera todas las partes del alimento deben estar al menos a una temperatura de 70° C. No obstante, como se mencionó anteriormente, hay ciertos alimentos que no es recomendable recalentar, debido a que sueltan toxinas, estos son algunos:
-Arroz: Este es uno de los alimentos más consumidos en todo el mundo, pues es ideal prácticamente con cualquier otra comida. Sin embargo, el portal ‘Mejor con Salud’ señala que recalentarlo puede llevar al crecimiento de Bacillus cereus, unas bacterias que producen ciertas toxinas dañinas para el organismo.
-Papas: También conocidas como patatas, este tubérculo puede conservarse en el refrigerio durante varios días, sin embargo, cuando se recalienta, se altera su sabor, se reducen sus propiedades y podría ocasionar solanina, una toxina que puede traer problemas para la salud.
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-Espinacas: Este alimento, que es utilizado especialmente para ensaladas, no es recomendable recalentarlo, ya que este proceso podría llevar a la creación de nitratos, los cuales posteriormente se convierten en nitritos que están asociados a ciertas afectaciones de salud.
-Pollo: Este es uno de los alimentos que generalmente se guarda en el refrigerador, ya que de esta forma se evita su descomposición y al recalentarlo se conserva con normalidad su sabor. No obstante, el portal mencionado precisa que cuando se recalienta puede que su composición de proteínas cambie y esto derive en problemas digestivos.
-Huevos: Uno de los alimentos más consumidos gracias a su versatilidad y a que es fácil de cocinar. Sin embargo, recalentar los huevos cocidos puede ocasionar que se desarrollen ciertas sustancias tóxicas para las personas.
-Remolacha: Al igual que las espinacas, la remolacha también contiene nitratos que, al ser recalentados, pueden terminar convirtiéndose en nitritos perjudiciales para la salud. Además, esto también puede incidir en que pierda sus propiedades.
-Apio: Por lo general, el apio es utilizado en las sopas y cremas, comida que se suele recalentar con regularidad. Sin embargo, este alimento también tiene nitratos que se convierten en nitritos cuando son recalentados.
En este grupo de alimentos también se pueden encontrar las setas, los hongos, el aceite vegetal, entre otros, por lo que es importante pensarlo dos veces antes de recalentarlos.
Este grupo de alimentos no está limitado solo a la remolacha y el apio. También incluye a las setas, los hongos, el aceite vegetal, entre otros productos comunes en nuestra dieta diaria. Los expertos recomiendan prestar especial atención y reconsiderar la práctica de recalentar estos alimentos, con el fin de evitar posibles riesgos para la salud.
Ante esta información, se vuelve esencial tener en cuenta las prácticas culinarias y la manera en que se manejan los alimentos, buscando mantener su calidad nutricional y preservar la salud. Se sugiere, en la medida de lo posible, consumir los alimentos frescos y, en caso de recalentar, hacerlo con moderación y siguiendo las pautas de almacenamiento y calentamiento adecuadas para preservar al máximo sus propiedades beneficiosas.
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