Por: Luis Alfonso Albarracín Palomino
He venido analizando el comportamiento de los indicadores económicos del país, que son publicados por el Dane, gremios de la producción y por algunos Centros de Investigación Universitarios, que desde que asumió el presidente Gustavo Petro Urrego, son adversos. Con ello no quiero expresar mi oposición al actual gobierno nacional. Como un simple docente universitario, con mis estudiantes analizamos en mis clases de Economía las causas sobre el retroceso de la dinámica productiva del país. A la fecha no encontramos la senda de la recuperación, así mis contradictores afirmen lo contrario. Pero es la cruda realidad.
Cuando me acerco a comprar un bien o un servicio a un establecimiento comercial, me he atrevido a preguntarles a los propietarios de éstos, si las ventas del mes de diciembre anterior fueron mejores o peores, que las que se presentaron en el mismo periodo de la vigencia de 2022. La respuesta es muy preocupante: Todos me han contestado que fueron mejores las de 2022. Les hice la misma pregunta a 100 locales comerciales de la ciudad de Neiva, en los cuatro primeros meses de este año. Para corroborar esta afirmación, cuando voy a acompañar a mi esposa Amparo a un Centro Comercial, le pido a ella que me acompañe a sentarme en uno de los muros que dan a la salida a los parqueaderos, con el fin de observar a los usuarios que salen de estos complejos comerciales, y he notado que en promedio de cada 10 familias solamente dos llevan paquetes de compras. Estas observaciones pueden ser muy risibles. Pero para mí, es un ejercicio académico. Con ello puedo inferir que las mayorías de las familias acuden como lo hacen el hogar Miranda Peláez: Van pelaos y solo a mirar vitrinas, como lo expresaban nuestros ancestros. No consumen.
Y empiezo a revisar y a analizar los indicadores económicos que publican los entes mencionados en el primer párrafo. Son negativos. Todos sabemos que el PIB del país, lo conforman el Consumo (62% aproximadamente), la inversión que lo hacen las empresas, el gasto público que lo hace el Gobierno y el sector externo (Exportaciones menos las importaciones). Si viene disminuyendo el consumo de las familias, entonces las ventas se reducen y se deja de pagar impuestos que el segundo agente económico (empresas) debe transferirlo hacerlo a la Dian. Y como si fuera poco, el comercio exterior también ha sufrido una reducción. Ahora me pregunto: ¿De dónde van a sacar la plata para financiar el Plan Nacional de Desarrollo? Igualmente, el Sistema Nacional de participaciones también se va a afectar a finales del presente año. Los 1.102 municipios y los 32 departamentos van a tener dificultades porque la Nación no les podrá girar el total de estos recursos para atender la salud y la educación especialmente.
Además, la decisión gubernamental del presidente Gustavo Petro Urrego, de suspender todas las nuevas actividades de exploración y explotación de hidrocarburos, va a generar dificultades para la inversión de los entes territoriales en este importante renglón de las finanzas públicas. También, el fallo del año anterior de la Corte Constitucional que declaró inexequible el parágrafo 1º del artículo 19 de la Ley 2277 del 2022 (reforma tributaria), que prohibía la deducción de las regalías de la base gravable del impuesto de renta de las empresas dedicadas a la exploración y explotación de recursos naturales no renovables, lo cual, le recortan entre 6 y 8 billones de pesos al presupuesto nacional, con serio riesgo al SGP que se les transfiere a los entes territoriales para la salud y educación.
Igualmente, la venta de vehículos nuevos, el comercio de autopartes, han venido de capa caída durante los últimos veinte meses. Lo anterior están afectando recursos adicionales para las arcas de los departamentos y municipios, porque se disminuyen los impuestos de matrícula, rodamiento y otros, en el mediano futuro. Además, el riesgo que están corriendo los propietarios de las camionetas cuatro por cuatro, porque no pueden circular en algunas vías del país, está generando un desincentivo para adquirirlas por el riesgo que se las hurten para ser llevadas a las zonas de alta presencia de las guerrillas. Hemos retrocedido cinco lustros. También las altas tasas de interés que existen en el mercado bancario para financiar la compra de viviendas, como se reflejan en los indicadores que promulga el Dane y Camacol, crean un ambiente enrarecido porque los impuestos prediales se pueden ver disminuidos.
Y como si fuera poco, el incremento de la extorsión y los atentados terroristas en la ciudad de Neiva (a la fechan van doce en menos de dos meses), la ha convertido en una ciudad fantasma por la noche. Todos los gastrobares y sitios nocturnos se encuentran parcialmente vacíos por el temor del accionar criminal de estos depravados mentales. Esta situación también está sucediendo en otras regiones del país. Por tal motivo se disminuyen los ingresos de estos establecimientos y, por ende, el Estado no percibe impuestos. Cuando observo y analizo las declaraciones del Ministro de Hacienda Ricardo Bonilla, que por cierto fue mi profesor en la Universidad Nacional, cuando cursé economía, que para el cuarto semestre del presente año, las finanzas nacionales pueden tener una dificultad del flujo de fondos y cuando acude al Fondo Monetario Internacional para renegociar parte de la deuda externa, y las pretensiones de presentar otra reforma tributaria para el próximo año, son indicios de las dificultades financieras que presenta el gobierno nacional. Vuelvo y me hago la pregunta: ¿De dónde van a sacar la plata para financiar el gasto público?
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