El aumento de la tasa de interés en EE. UU. por parte de la FED ante la fuerte escalada de la inflación, y la búsqueda de los inversionistas en activos refugio ante los temores de una recesión mundial, fortalecieron al dólar en buena parte de 2022, especialmente en el tercer trimestre del año. En Colombia, incluso, el peso colombiano superó los $5.000 y entró en la cesta de monedas más devaluadas de la región.
Empero, esa tendencia se moderó y si bien la divisa estadounidense continúa fuerte, las condiciones actuales han llevado a que la moneda extranjera ceda terreno y el dólar en Colombia se ubique en un precio cercano a $4.700, lejos de los $5.000 que alcanzó a registrar. Según un informe de Corficolombiana que explica la tendencia que podría tener el peso colombiano en medio del panorama actual, se señaló que, «El futuro del tipo de cambio en Colombia seguirá dependiendo en gran medida de factores externos, como las perspectivas de inflación y tasas de interés en EE. UU. y la posible recesión global. A nivel local, la incertidumbre en materia económica, en particular la posibilidad de un marchitamiento temprano de la industria petrolera, están generando mayor incertidumbre al mercado y podrían impulsar la tasa de cambio a nuevos máximos históricos (por encima de $4.700) en los próximos meses».
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Pese a que la moneda colombiana registró una fuerte devaluación en lo corrido del año, el peso argentino la supera. Según cifras del índice LACI (Latam Currency Index), que mide el comportamiento de las monedas de LatAm frente al dólar, el peso colombiano cayó 14.31%, mientras que la moneda argentina cedió 41.14%. En la región, la tercera moneda más devaluada fue el peso chileno que perdió 2.46%.
En contraparte, en el otro extremo se encuentra el peso uruguayo que no solo fue el que más se revalorizó en la región sino uno de los que mejor comportamiento tuvo en la cesta de monedas del mundo. Una serie de alzas de tasa de interés, el auge de las exportaciones y la inversión extranjera ayudaron a que la moneda se disparara más del 14% en lo que va del año, convirtiéndola en la divisa con el mejor desempeño de América Latina. Sus ganancias superaron incluso las del real, que se benefició de la temprana lucha del banco central brasileño contra la inflación.
La moneda de Uruguay, finalmente, también fue la cuarta mejor del mundo después del dram armenio, el afgani afgano y el lari georgiano, según datos compilados por Bloomberg. Entre las monedas que más se revaluaron en América Latina está el real brasileño, que subió 7.79%, seguida del peso mexicano y el sol peruano apreciación del 4.95% y 4.79% respectivamente.