La sociedad colombiana ha venido padeciendo desde que se posesionó el primer mandatario de los colombianos una profunda crisis social y económica por la aplicación incoherente de los instrumentos de la política económica, que ha lesionado el bienestar general de las familias colombianas, por la agresividad en sus medidas, que las ha empobrecido progresivamente, sin que exista un norte definido del gobierno nacional, para detener este flagelo que está corroyendo bienestar general de las familias colombianas. El próximo domingo se celebra en el territorio nacional el día de la madre, el cual se convierte en un bálsamo ante los indicadores adversos que se han presentado el año anterior, producto de la disminución de las ventas en los establecimientos comerciales del país.
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Ha sido una torpeza tomar acciones gubernamentales para esquilmarle los bolsillos de las familias, a través del aumento sucesivo de los precios de los combustibles. Desafortunadamente la solución a la crisis fiscal acumulada desde años anteriores, por la prepotencia y la arrogancia de algunos integrantes del equipo económico del alto gobierno, han buscado como únicas soluciones alzar los precios del galón de la gasolina y la implementación de reformas tributarias. Estos mecanismos son destructores de las actividades económicas. Los áulicos afectos al ejecutivo no atendieron el clamor de los sectores de opinión, que planteaban otras alternativas para sanear las finanzas públicas nacionales.
Ahí tenemos los resultados. Establecimientos comerciales cerrados, aumento del desempleo, fuga de capitales, cierres y salidas de empresas hacia el exterior, despidos masivos de empleados y otras medidas que se ven reflejadas cuando las familias sales a visitar los centros comerciales del país. Por este motivo los empresarios y los comerciantes esperan que este fin de semana se convierta en una posibilidad de recuperación temporal para poder superar las dificultades y las afugias que han venido padeciendo durante el presente gobierno, que no ha definido un norte para buscar una senda verdadera de recuperación económica para el aparato productivo del país.
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Algunos expertos se preguntan, por qué nuestro país tan rico, lleno de atractivos turísticos, de un talento humano grande, grandes riquezas naturales, una posición geográfica envidiable dentro del globo terrestre, entre otras potencialidades, nos haya tocado soportar a unos gobernantes sin excepción, que no hayan tenido una visión de futuro, un sentido de generar una perspectiva de desarrollo que conduzca a mejorar el bienestar de todas las familias colombianas, a través de la implementación de políticas públicas coherentes y aterrizadas con la verdadera realidad nacional. El presidente Gustavo Petro, no debe generar odios. Deje atrás el revanchismo. Estos estilos de gobernanza están mandados a recoger. No genere odios, busque siempre unificar las sinergias alrededor suyo, todavía tiene 27 meses de su mandato, para que se pueda ajustar su accionar gubernamental. No destruya la estructura productiva del país. Sin sesgos ideológicos. Eso es arcaico.