El deporte y la cultura como vehículo para la reconciliación. La apuesta de la Asociación Deportiva y Cultural Independiente – ADCII, una organización integrada por excombatientes de las FARC y víctimas del conflicto, es por la construcción de reconciliación a partir de la cultura y el deporte. Fabián Díaz, vocero de la organización, habló con Diario del Huila sobre la experiencia.
DIARIO DEL HUILA, CONTEXTO
Por: Gustavo Patiño
El proceso de paz con las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – FARC, ha traído consigo una serie de retos y oportunidades para los firmantes del Acuerdo de Paz y las comunidades que fueron afectadas por décadas de conflicto armado. En medio de este complejo escenario, iniciativas como la Asociación Deportiva y Cultural Independiente – ADCII, de la cual Fabián Díaz Durán es miembro activo, emergen como espacios esenciales para la construcción de paz y la reconciliación. A través de actividades deportivas y culturales, la ADCII ha desarrollado un enfoque innovador que busca sanar las heridas del pasado y fomentar la convivencia pacífica entre víctimas y excombatientes.
La necesidad de construir paz
La ADCII nació con un objetivo claro: contribuir a la paz y la reconstrucción del tejido social mediante el deporte y la cultura. Según explica Fabián Díaz Durán, esta asociación es un “ejercicio de articulación, de perdón, desde los combatientes”. Desde su origen, la organización se ha conformado por personas firmantes del Acuerdo de Paz, pero también por víctimas del conflicto armado en Colombia, creando un espacio mixto donde ambos grupos pueden convivir y colaborar en la construcción de un futuro común.
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“Esta asociación nace de la necesidad de construir paz a través de la cultura del deporte, entonces nace con personas firmantes del acuerdo de paz, pero también con personas víctimas del conflicto armado que hubo en Colombia. Es un ejercicio dentro del proceso de reconciliación y la reconstrucción del tejido social”, afirma Díaz Durán.
Este modelo es particularmente innovador, ya que no solo se enfoca en la reintegración de los excombatientes a la vida civil, sino también en la inclusión de las víctimas en el proceso de reconciliación. Para la ADCII, la paz no se puede construir de manera unilateral, sino que requiere la participación activa de todas las partes afectadas por el conflicto. Hasta la fecha, 27 personas están vinculadas a esta iniciativa, un número que, aunque modesto, representa un esfuerzo significativo en un proceso tan complejo como lo es la reconciliación.
Promoción del deporte
Uno de los pilares fundamentales de la ADCII es la promoción del deporte como vehículo para la paz y la reconciliación. Lejos de buscar el desarrollo de deportistas de alto rendimiento, la asociación utiliza el deporte como una herramienta pedagógica para enseñar valores como la convivencia, el respeto mutuo y la resolución pacífica de conflictos.
“Nosotros promovemos la paz, la reconstrucción del tejido social y la reconciliación a través del deporte y la cultura. La forma como jugamos, como hacemos el deporte, no existen tarjetas rojas, no existen la expulsión del partido, sino que existe un comité de convivencia y reconciliación”, explica Díaz Durán.
Este comité, que interviene en caso de conflictos durante los partidos, busca que las partes involucradas lleguen a una reconciliación antes de continuar con el juego. “Si definitivamente entre ellos no hay una reconciliación, no pueden continuar el partido que se está desarrollando hasta que no haya una reconciliación”, añade. Este enfoque resalta el componente formativo del deporte dentro de la ADCII, donde el objetivo no es ganar, sino aprender a convivir y solucionar las diferencias de manera pacífica.
Actualmente, las principales actividades deportivas que se desarrollan en la asociación son el microfútbol y el voleibol, aunque también han incorporado otras disciplinas y eventos culturales. La ADCII ha organizado ya tres ediciones de la Copa Artística Deportiva por la Paz, la Reconciliación y la Sana Convivencia, un evento que no solo fomenta la práctica del deporte, sino que también integra actividades culturales para fortalecer la relación entre las comunidades y promover el entendimiento mutuo.
La cultura, otra herramienta
Además del deporte, la ADCII ha encontrado en la cultura otra herramienta poderosa para la reconciliación. La organización no se limita solo a las actividades deportivas, sino que también promueve la creación artística, la artesanía y el trabajo comunitario como medios para fortalecer los lazos sociales y recuperar la memoria histórica de la región.
“Estamos desarrollando otras actividades como las artesanías de madera, artesanías de resina epóxica, y también estamos trabajando temas de cultura como la construcción o escritura de libros”, comenta Díaz Durán. Una de las iniciativas más ambiciosas de la ADCII es la creación de un libro que recoja las historias del conflicto armado en el norte del Huila, una región que sufrió intensamente durante los años de confrontación entre las FARC y el Estado colombiano.
El proyecto busca recopilar las ‘dos verdades’ de lo ocurrido en esta zona: la de las víctimas, que padecieron desplazamientos forzados, violencia y pérdida de sus seres queridos, y la de los excombatientes, que también vivieron los estragos de la guerra desde otra perspectiva. “Vamos a recoger esas dos verdades, de las víctimas y de los combatientes que estuvieron en esta zona, y construir un libro del norte del Huila”, detalla Díaz Durán. Este esfuerzo es clave para la construcción de una memoria colectiva que reconozca las múltiples facetas del conflicto y permita avanzar hacia una verdadera reconciliación.
En el Huila
Aunque la ADCII es una organización de alcance nacional, su trabajo se ha concentrado principalmente en el norte del Huila, una región donde los efectos del conflicto armado todavía se sienten de manera profunda. Según Díaz Durán, la asociación ha llevado a cabo actividades en zonas rurales como Vega Larga, Piedra Marcada, Río Blanco y Versalles, y también en áreas urbanas de Neiva, como el barrio Calamarí y el corregimiento de El Caguán.
“Estamos iniciando, entonces estamos trabajando en Neiva y norte del Huila, y esperamos podernos expandir hacia el sur del Huila también para llevar este trabajo”, comenta. A pesar de la difícil situación de seguridad en el departamento, marcado por la presencia de disidencias de las FARC, la ADCII no ha enfrentado amenazas ni problemas mayores. Esto, según Díaz Durán, se debe a la neutralidad política que la asociación ha mantenido desde su fundación.
“Nosotros no tenemos una inclinación política ni de izquierda ni de derecha, sino es un tema solo de paz y reconciliación”, afirma. Este enfoque neutral ha permitido que la ADCII desarrolle su trabajo sin interferencias por parte de los actores armados que operan en la región.
El ‘Tren de la Solidaridad’
Una de las iniciativas más emotivas de la ADCII es el ‘Tren de la Solidaridad”, un proyecto mediante el cual la organización recolecta donaciones de empresas y particulares para entregar kits escolares a los niños de las zonas rurales más apartadas del Huila. “Armamos todo lo que nos dan y entregamos un kit escolar para estos niños, lo entregamos a los niños de las zonas rurales donde nunca les llega un regalo, donde nunca les llega un kit escolar”, relata Díaz Durán.
Este tipo de iniciativas no solo ayuda a mejorar las condiciones de vida de los niños y jóvenes de estas áreas, sino que también fortalece los lazos entre las comunidades, generando un sentido de solidaridad y apoyo mutuo. Para la ADCII, la construcción de paz no se limita a los excombatientes y las víctimas del conflicto, sino que abarca a toda la sociedad, especialmente a los sectores más vulnerables.
En consolidación
A pesar de los avances logrados hasta ahora, la ADCII sigue siendo una organización en proceso de consolidación. Con el apoyo de entidades locales y regionales como la Alcaldía de Neiva y la Gobernación del Huila, así como de empresas y organizaciones independientes, la asociación ha logrado poner en marcha sus proyectos y consolidarse como un actor clave en la construcción de paz en la región.
“Nosotros no contamos con un apoyo directo en este momento, estamos contando con el apoyo de la Alcaldía de Neiva, la Gobernación del Huila y otras entidades o empresas independientes”, explica Díaz Durán. Sin embargo, la ADCII espera poder expandir sus actividades a otras regiones del departamento y continuar fortaleciendo su trabajo tanto en el ámbito deportivo como cultural.
Según el vocero de la asociación, el trabajo de la ADCII demuestra que la construcción de paz en Colombia no es solo una tarea del gobierno o de las grandes organizaciones internacionales. Iniciativas locales como esta, lideradas por excombatientes y víctimas del conflicto, son fundamentales para lograr una reconciliación duradera y sostenible. Díaz Durán asegura que a través del deporte, la cultura y la solidaridad, la ADCII está sentando las bases para un futuro de paz en el Huila, un ejemplo que, sin duda, debería replicarse en otras regiones del país.