Una peregrinación por los santuarios marianos de Europa es lo que están viviendo los fieles de la archidiócesis de Ozamiz, en Filipinas, para celebrar el Jubileo de su comunidad eclesial.
DIARIO DEL HUILA, REFLEXIONES
Con ocasión del 50 aniversario de su actual Iglesia local, el Papa Francisco se reunió con los fieles de la archidiócesis de Ozamiz, en Filipinas. Para celebrar su Jubileo, han promovido una peregrinación a Europa por varios santuarios dedicados a la Virgen. El Papa agradece la iniciativa y afirma:
La peregrinación a los santuarios es una clara expresión de confianza en Dios. Los peregrinos llevan en su corazón su fe, su historia, sus alegrías, sus angustias, sus esperanzas y sus oraciones personales.
María antepone siempre a Jesús
En los santuarios, continúa Francisco, se produce el encuentro con el amor de Dios Padre y con su misericordia, y a menudo es la Virgen María quien lo manifiesta, nuestra Madre «que nos enseña a acoger a Dios en nuestra vida y que, precisamente porque es madre, sabe poner nuestras necesidades ante Jesús, como hizo con los novios en Caná». Y a continuación añade el Papa:
Me gusta que el gesto de María, el que la retrata como es, es éste: en Caná ¿qué dijo? «¿Haced lo que Él os diga?». María señala al Señor, siempre señala al Señor. Es un gesto materno, y generoso, porque nunca quiso ponerse en el centro, siempre… detrás del Señor.
Dejarse transformar por el encuentro con el Señor
María, subraya el Papa, nos muestra que ser discípulos de Jesús significa «escuchar su palabra, meditarla en el corazón y llevarla a los demás». Como hizo con Isabel.
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Podemos decir que la Virgen María fue la primera discípula misionera. Espero que esta peregrinación os ayude a cada uno de vosotros a ser como ella: discípulos misioneros transformados por el encuentro con el Señor y renovados en el celo de testimoniar su presencia, su compasión y su amor.
Cuidado de los demás y cuidado de la creación
El Papa Francisco espera que la celebración del Jubileo de la Archidiócesis de Ozamiz ayude a toda la comunidad a profundizar en la vida de fe, de tal manera que sus miembros puedan «contribuir a la difusión del Reino de Dios, Reino de justicia, de unidad y de paz».
En este sentido, exhorto a vuestras parroquias y comunidades a ser ejemplares en la práctica de las obras de misericordia y a estar cerca de todos, especialmente de las familias, los jóvenes, los enfermos, los ancianos y los pobres, con la caridad de Jesús. Esto requiere también que seamos administradores responsables de la creación, sabiendo que el cuidado de los demás y el cuidado de nuestra casa común están íntimamente ligados.
Francisco concluyó su discurso deseando que la peregrinación arquidiocesana se convierta en una «ocasión de gracia» y dé frutos para todos los que participen en ella, por quienes aseguró sus oraciones.
Un compromiso más profundo con nuestro llamado bautismal
Alentando a toda la comunidad arquidiocesana, el Papa pidió un compromiso más profundo con su llamado bautismal como parte de una vida de discipulado fiel.
«Alimentada por la predicación de la Palabra de Dios y la celebración de los Sacramentos», dijo el Papa, «la Iglesia de Ozamiz contribuirá al avance del reino de Dios de justicia, unidad y paz».
Luego, el Papa Francisco invitó a los fieles a ser modelos de compasión y solidaridad, acercándose a los marginados y reflejando la caridad de Jesús.
Destacó asimismo el vínculo inseparable entre el cuidado mutuo y la salvaguardia del medio ambiente, y pidió una administración responsable de la Creación.
«Caminen juntos en solidaridad fraterna», instó el Papa, invitando a la arquidiócesis filipina de Ozamiz a discernir nuevos caminos, guiada por el Espíritu Santo, para el anuncio del Evangelio.
Concluyó asegurando a los peregrinos su cercanía espiritual e invocando la intercesión de la Santísima Virgen María, pidiendo gracia y bendiciones para su camino de fe.
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