Hay diversos interrogantes, si las marchas sirven para fortalecer el respaldo a determinado candidato o al gobierno de turno para buscar respaldo de la ciudadanía a las reformas que van a presentar a consideración del Congreso de la República. La desarrollada y promovida por el gobierno nacional, quería demostrar que volvería a llenar la plaza de Bolívar en la capital de la República. Pero se llevaron una gran decepción. Al ver la poca afluencia de gente, optaron por la decisión de trasladarla al patio de armas de la Casa de Nariño, donde el presidente Petro desde el balcón, disertó durante una hora y media su tradicional discurso populista explicando y justificando la necesidad de que el Legislativo, le aprueben todas iniciativas del ejecutivo. Tuvieron que transportar más de 150 chivas con indígenas desde el Cauca para poder llenar dicho recinto. Se estiman que no habían más de 20 mil personas. Igualmente, todas dependencias oficiales, obligaron a sus funcionarios y contratistas asistir a dicha manifestación.
Igual panorama desalentador se presentó en las principales ciudades del país. Los medios de comunicación coinciden que no superaron las 50 mil personas que salieron a nivel nacional a respaldar la obra de gobierno que ha realizado durante los primeros seis meses de su mandato. Frente a las manifestaciones en otrora cuando estaba en campaña electoral, no representaron el 15% de las multitudinarias reuniones que realizó durante la campaña electoral. A qué se debe esa disminución de la popularidad del primer mandatario de los colombianos. La sociedad colombiana, se lo demostró el martes anterior en las calles. Su accionar gubernamental durante el primer medio año de su mandato, ha contribuido a empobrecer más a los sectores poblacionales vulnerables del país. Los agentes económicos se sienten seriamente afectados con las medidas adoptadas durante este periodo de tiempo.
La creación de más impuestos, el incremento de la gasolina mensual, que pretende llevarla a finalizar el presente año 16.000 pesos el galón, el abultado aumento de los precios de la canasta familiar, el aumento nuevamente del precio del dólar que nuevamente se acerca a la barrera de los 5.000 pesos, el aumento de los cultivos de sustancias psicoactivas, el aumento de la inseguridad ciudadana, el aumento de las masacres, sicariato, la controvertida política de la paz total, la política que busca la excarcelación de todos los narcoterroristas y delincuentes de las cárceles, la controvertida política de hidrocarburos y de recursos naturales, son entre otras medidas gubernamentales que han empezado a pasar factura, entre la sociedad colombiana, que se siente frustrada porque está generando un pesimismo en las familias colombianas, y el sector empresarial, así el equipo del alto gobierno digan lo contrario. Se encuentran tomando decisiones con ideas planetarias y fuera de contexto a la realidad nacional. Ahí tienen los resultados.
