Los afiliados a la entidad serán trasladados a otras EPS que no estén bajo la vigilancia de Supersalud.
Todos lo veían venir, excepto ellos. De hecho, cuando otro medio de comunicación se adelantó al anuncio de la Superintendencia Nacional de Salud en el que se tomaría posesión definitivamente de la EPS y sus bienes, Medimás emitió un comunicado al mediodía de este martes a través de sus redes sociales.
En esa misiva, Medimás decía que el 9 de febrero pasado se había emitido una resolución para prorrogar la medida de vigilancia especial (MVE) que operaba sobre ellos hasta el próximo 30 de junio, por los supuestos buenos resultados que la entidad estaba presentando.
Además, decían que ya tenían dinero para cubrir sus deudas propias, más las heredadas de la liquidada Cafesalud. Según ellos, la filtración de esa noticia estaba causando el adelanto de embargos y coactivos en su contra, por lo que pedían a la Supersalud dar un parte de calma a la ciudadanía.
La respuesta de la Supersalud a Medimás se dio una hora después, pero no fue la que ellos querían. Funcionarios de la entidad de vigilancia llegaron al edificio principal de la EPS y pegaron sobre sus puertas la orden de sellamiento.
El comunicado de la Supersalud asegura que Medimás dejará de operar en 232 municipios de 14 departamentos de Colombia. Su argumento es que la entidad había adquirido en 2017 el compromiso de capitalizarse y reducir las quejas de sus usuarios.
Lejos de disminuir, las quejas y las deudas aumentaron. Entre enero y noviembre del año pasado, Medimás recibió 57.653 PQRS y 6489 tutelas. Según la Supersalud, estos números eran indicadores de que la empresa no estaba en capacidad de responder a sus afiliados por el servicio de salud.
Pero no solo es un asunto de números, sino de casos particulares que serían fácilmente resueltos con algo de corazón y sentido común. La entidad de vigilancia supo de casos de personas con VIH que esperaron hasta 41 días para recibir sus dosis de antirretrovirales, medicamento esencial para evitar la fase sida y la transmisión.
En otros casos de enfermedades crónicas y catastróficas, como condiciones cardiovasculares, diabetes y cáncer, contra las cuales el factor tiempo es crucial, la EPS se tomó hasta 27 días en el 35% de los casos para responder a las PQRS por las demoras en la entrega.
Como si fuera poco, durante los cuatro años que Medimás pasó bajo la MVE que creyeron prorrogada, la EPS fue la más multada del país y la que recibió más solicitudes de salida hacia otras prestadoras de servicio. Desde julio de 2017, 3.4 millones de personas salieron de Medimás, de las cuales 2.3 lo hicieron de forma voluntaria.
En total, Medimás habría reunido siete condiciones para liquidar a una EPS por fallas en sus estándares en la prestación del servicio de salud.
El superintendente Nacional de Salud, Fabio Aristizábal Ángel, aseguró en rueda de prensa:
Con esta EPS agotamos todas las medidas tendientes a lograr la protección del sistema de salud, pero no podíamos permitir que sus incumplimientos siguieran repercutiendo en el deterioro de las condiciones de salud de sus 1.5 millones de afiliados.
Medimás es la decimotercera EPS que es clausurada en estos cuatro años, pero es también una de las más numerosas. Los departamentos en los que tenía más afiliados eran Norte de Santander (265.472), Risaralda (203.633) y Huila (188.568).
Ahora, sus afiliados tendrán que ser trasladados a otras prestadoras de salud que no tengan órdenes de vigilancia de Supersalud.
