Diario del Huila

Estatizar o privatizar

Oct 18, 2023

Diario del Huila Inicio 5 Opinión 5 Estatizar o privatizar

Por: FROILÁN CASASObispo emérito de NeivaLos Estados totalitarios, de derecha o de izquierda, se caracterizan por un denominador común: estatizar la economía, volverla un monopolio del Estado; se combate al capitalismo como esquema que oprime a los pobres; según ellos, son explotados, solo el Estado es el único garante de la justicia social. ¡Qué sofisma de distracción! Nos dice el papa Francisco: “No sirve una mirada ideológica que termina usando a los pobres al servicio de otros intereses políticos y personales. Las ideologías terminan mal, no sirven. Las ideologías tienen una relación o incompleta o enferma o mala con el pueblo. Las ideologías no asumen al pueblo… Piensan por el pueblo, no dejan pensar al pueblo”.Totalmente de acuerdo. Las ideologías terminan en dictaduras y, aún más, en tiranías. Se perpetúan en el poder y bajo el disfraz de la justicia social, matan todo disenso. Las ideologías del Nacional-Socialismo y del comunismo se impusieron dejando millones de muertos. Aquí la libertad queda totalmente anulada, “piensan por el pueblo, no dejan pensar al pueblo”.También en nombre de la libertad se han cometido los más atroces crímenes. Un capitalismo salvaje castra y mutila al hombre, lo enceguece en su ansia de poder económico: lo vuelve la bestia más feroz de la jungla humana. Tanto el comunismo como el capitalismo salvaje deshumanizan al ser humano. En el fondo el comunismo es un capitalismo de Estado. En este esquema político hay dictadura de partido. El gobierno clasifica: quienes están con el partido de gobierno tienen todas las prebendas, y quienes se ponen, ¡pobrecitos ellos! “A las tinieblas exteriores”.En mi vida de estudiante por Europa tuve la oportunidad de visitar países de los llamados “detrás de la Cortina de Hierro”. Como muchacho, era soñador y sin conocer suficientemente al señor Marx, tenía un marxismo “recalentado”; es decir, oía cantar al gallo pero no sabía dónde. Para entrar a Hungría, a la otrora Checoeslovaquia, no se digan pasar el muro de Berlín: ¡qué odisea! El muro: ¡qué vergüenza! El muro de la ignominia. Me preguntaba: si el comunismo es bueno, ¿por qué no dejan pasar a los berlineses al Berlín occidental?¡Oh! ¡Qué diferencia entre Occidente y los países llamados “detrás de la Cortina de Hierro”! Constaté qué enorme disimilitud entre el Berlín de la llamada República Democrática —de democrática no tenía sino el nombre— y la República Federal: allí, grandes edificios de apartamentos, como cajas de bocadillos, parque automotor vetusto, la gente deambulaba en silencio, sin haber miseria sí, ¡qué pobreza! Me preguntaba, ¿para qué tener el estómago algo lleno si me mutilan mi mente?Mientras en Berlín occidental: hermosas avenidas, lindos barrios, la gente deambulaba libremente, se respiraba libertad. Y, qué pena, no vi miseria. Tuve la experiencia de visitar la Casa de Gobierno en Praga: mientras los ministros llegaban en lujosas limosinas, el reducido número de vehículos “populares”, casi totalmente obsoletos. ¡Ah! Otra cosa: en los llamados países comunistas, las ciudades y no se diga las fronteras, minadas de fuerza armada. Me sentí como en una cárcel, vigilado por todas partes.Definitivamente la economía de libre mercado, con alta dosis social, genera prosperidad. Sí, por favor, de nada sirve la riqueza concentrada en una minoría, mientras el grueso de la población vive en condiciones infrahumanas. Eso es absolutamente inhumano. Un capitalismo sin sentido social nos lleva al más cruel comunismo. Ambos: nefastos. El libro Santo es recurrente en la exigencia de la justicia social: los profetas, especialmente, condenan de manera vehemente la explotación a los indefensos.Definitivamente la economía de libre mercado, con reglas claras y controlada por el Gobierno, genera prosperidad en los pueblos. Por favor, no olvidar lo afirmado por Juan Pablo II: “Sobre la propiedad privada se grava una hipoteca social”.

Tal vez te gustaría leer esto

Abrir chat
1
¿Necesitas ayuda?
Hola, bienvenido(a) al Diario del Huila
¿En qué podemos ayudarte?