DIARIO DEL HUILA, SALUD
Durante lo que va del 2022, son varios países de Europa que han informado sobre el aumento del número de casos de estreptocócica invasiva del grupo A (iGAS) entre niños menores de 10 años.
Esta es una enfermedad causada por la bacteria Streptococcus pyogenes, un patógeno común que afecta principalmente la piel, los tejidos blandos y el tracto respiratorio. Además, es uno de los principales patógenos que causan morbilidad y mortalidad a nivel mundial.
Si bien, por lo general esta enfermedad tiene consecuencias leves que incluye dolor de garganta, dolor de cabeza y fiebre, también puede provocar infecciones potencialmente mortales que incluyen, entre otras, la escarlatina, la bacteriemia, la neumonía, la fascitis necrosante, la mionecrosis, la endometritis, la artritis séptica, la glomerulonefritis posestreptocócica y el síndrome de shock tóxico estreptocócico.
Cerca de 18,1 millones de personas sufren en la actualidad una enfermedad grave por estreptococo del grupo A, con 1,78 millones de casos nuevos y unas 517 000 muertes anuales. La mayoría de las muertes ocurren dentro de los siete días posteriores a la infección, y el mayor riesgo de mortalidad ocurre dentro de las primeras 48 horas, indicó Raúl Rivas González, Catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca en España
“Estos microorganismos son capaces de liberar exotoxinas pirogénicas que provocan enrojecimiento de la lengua y erupción cutánea en forma de sarpullido rojo brillante en la mayor parte del cuerpo. La enfermedad provoca dolor de garganta y fiebre alta, pero si no es tratada puede producir complicaciones en pulmones, riñones, oído medio, amígdalas y pie”, afirmó el científico.
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Aunque la literatura científica ha descritos más de 200 serotipos diferentes de Streptococcus pyogenes basados en la estructura de la proteína M, solo se tiene registro de 10 serotipos que son predominantes en infecciones estreptocócicas invasivas clínicamente significativas.
En este sentido, las infecciones son clasificadas como no invasivas o invasivas, según su ubicación y gravedad. Las infecciones no invasivas incluyen faringitis (también conocida como faringitis estreptocócica), sinusitis, impétigo, ectima (ulceración cutánea), otitis media, escarlatina (erupción producida por toxinas), celulitis, endometritis (especialmente en mujeres embarazadas) y neumonía.
Las infecciones invasivas incluyen absceso periamigdalino, miositis, artritis séptica, fascitis necrosante, meningitis, bacteriemia y síndrome de shock tóxico estreptocócico.
Patrones estacionales
En países como el Reino Unido se han registrado 851 casos en la semana 46 del año, en comparación con un promedio de 186 en los años anteriores. La situación es similar en algunos puntos de Estados Unidos. Y en lo que va de temporada, ya ha habido 60 muertes en todos los grupos de edad en Inglaterra. En las últimas semanas, al menos 17 niños menores de quince años han muerto en varios países europeos como consecuencia de la infección.
El número de infecciones invasivas por estreptococos del grupo A (iGAS) suele mostrar un patrón estacional, con picos durante los meses de invierno y primavera. Debido a ello, es probable que el aumento reciente de casos de enfermedad por iGAS en niños también esté asociado con el aumento reciente de la circulación de virus respiratorios, incluida la gripe estacional y el virus respiratorio sincitial, ya que la coinfección de virus con estreptococo del grupo A puede aumentar el riesgo de enfermedad estreptocócica invasiva del grupo A (iGAS).
Así mismo, los niños con infecciones virales como la varicela o la gripe tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad iGAS. Lo anterior no descarta que afecten otros factores como las condiciones médicas coexistentes subyacentes y los tipos de estreptococos A que circulan en la comunidad y la inmunidad contra estos tipos en la población.
Infecciones
Por lo común, las infecciones causadas por Streptococcus pyogenes son muy contagiosas. La transmisión puede ocurrir a través de gotas en el aire o por contacto de las manos con secreciones nasales o con objetos y superficies contaminadas con las bacterias. También se transmite por el contacto de la piel con lesiones contaminadas o con alimentos contaminados.
Un método preventivo sencillo y efectivo es asegurarse de que los niños y ancianos se laven las manos regularmente, especialmente después de toser o estornudar.
Síntomas
Los primeros síntomas pueden incluir fiebre alta, dolores musculares severos, sensibilidad muscular localizada y a veces enrojecimiento en el sitio de una herida. Ahora bien, si la infección desemboca en fascitis necrotizante, los primeros síntomas pueden incluir un área de la piel roja, caliente o hinchada que se propaga rápidamente, dolor intenso, incluido el dolor más allá del área de la piel que está roja, caliente o hinchada y fiebre.
Posteriormente, los síntomas pueden incluir úlceras, ampollas o manchas negras en la piel, cambios en el color de la piel, pus o supuración del área infectada, mareo, fatiga, diarrea o náuseas.
Las infecciones por iGAS pueden presentarse inicialmente con síntomas inespecíficos (fiebre, cansancio general, pérdida de apetito) pero, particularmente en niños, pueden progresar rápidamente a una enfermedad grave. Por eso, ante la aparición de los síntomas iniciales, conviene solicitar asesoramiento médico, evaluación clínica y atención médica inmediata.