Gloria Camargo
El aumento del precio de la gasolina en Colombia ha generado preocupación en diversos sectores de la sociedad. La ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, anunció la semana pasada que el incremento sería de $600 en junio, lo cual coincide con el incremento del mes anterior. La intención del Gobierno Nacional es equiparar el precio interno de la gasolina con el precio internacional, que ha experimentado un aumento significativo en los últimos meses.
Sin embargo, los gremios transportadores de carga han expresado su desacuerdo con esta medida y han planteado la necesidad de desligar el precio interno de los precios internacionales.
Consideran inapropiado que el país se rija por el precio internacional cuando en Colombia se es productor de petróleo. Henry Cárdenas, presidente de Fedetranscarga, ha enfatizado en la importancia de la exploración de petróleo en el país para garantizar la estabilidad de los precios de los combustibles.
El temor es que, si se detiene la exploración, los precios de los combustibles aumenten aún más, lo cual tendría un impacto significativo en la economía de los transportadores y de los ciudadanos en general.
Además del impacto en los transportadores de carga, el incremento del precio de la gasolina afecta directamente los bolsillos de los ciudadanos. Se estima que el galón de gasolina podría llegar a costar $16.000 al finalizar el año, lo cual perjudica especialmente a personas que dependen de la movilidad, como mensajeros y conductores de servicios de delivery. Los taxistas también se han visto obligados a incrementar sus tarifas para poder hacer frente al aumento de los costos de combustible, lo cual repercute en el usuario final.
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Ante esta situación, el gremio de transportadores ha instado al Gobierno a no incrementar el precio del diesel hasta que se revise la fórmula del combustible y se pueda establecer un precio acorde al contexto económico actual. Según los cálculos de Fedetranscarga, un aumento de $1.000 en el precio del diesel se traduce en un aumento del 4% en los precios de la canasta familiar. Por lo tanto, es crucial revisar el precio de los combustibles y los impuestos que se generan a partir de ellos.
El presidente del gremio también ha destacado la importancia de mantener estables los precios de los combustibles para no generar pánico en la economía de los transportadores. En un momento en el que hay poca carga en el país y muchos transportadores luchan por mantenerse a flote, la estabilidad de los precios es fundamental para garantizar la viabilidad económica de este sector.
En resumen, el aumento del precio de la gasolina en Colombia ha generado preocupación en los gremios transportadores de carga y en la población en general. Mientras el Gobierno busca equiparar el precio interno con el precio internacional, los transportadores plantean la necesidad de desligar ambos precios y revisar la fórmula del combustible. El incremento de precios afecta no solo a los transportadores, sino también a los ciudadanos que dependen de la movilidad, y se espera que el Gobierno tome medidas para garantizar la estabilidad de los precios de los combustibles y proteger la economía de los transportadores y de la población en general.
