DIARIO DEL HUILA, NEIVA
Por: Johan Eduardo Rojas López
Son varias las razones que han contribuido al constante aumento de los habitantes de calle en Neiva. La descomposición familiar, consumo de drogas a muy temprana edad y llegada de foráneos al municipio, ha generado una notable preocupación por el incremento de aproximadamente 10%. Pese a los esfuerzos de las fundaciones y el programa Casa de Apoyo al Habitante de Calle, el control se ha dificultado por la poca asertividad de la población frente a las sensibilizaciones. Sin embargo, la esperanza no se pierde y, por el contrario, se continúa trabajando para prevenir la situación.
Según el más reciente censo del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) realizado en 2021, en Neiva había 440 habitantes de calle, de los cuales el 93,2% eran hombres y el 6,8% mujeres, sin embargo, al parecer se ha venido presentando un incremento diario que genera preocupación. Esto se debería al consumo temprano de drogas, llegada de foráneos al municipio, desplazamiento forzado, descomposición familiar, abusos que se viven dentro de los barrios, colegios y entornos cotidianos, y falta de oportunidades.
Heidy Johana Cardozo, líder del Programa Casa de Apoyo al Habitante de la Calle, adscrito a la Secretaría de Desarrollo Social de la Administración Municipal, ratificó que, está el aumento progresivo se está presentando en a nivel nacional, departamental y, por supuesto, municipal. Ellos se encargan de los procesos de inclusión social y las IPS de las rehabilitaciones.
“Anteriormente los jóvenes empezaban a consumir a partir de los 14 años. Ahora en día, encontramos niños que desde los 10 años empiezan a consumir. Nosotros evaluamos estas características y casi que el 98% de la población que habita en la calle es por el consumo. Ahora bien, el 2% restante se da por trastornos psiquiátricos severos, aquí tenemos algunos que ni siquiera sabemos su información porque cuando se hace el a cotejamiento de huellas con la registraduría no nos parecen, lo que significa que, probablemente siendo menor de edad han abordado las calles por sus trastornos psiquiátricos”, indicó la líder.
Teniendo en cuenta la cifra entregada por el Dane y el probable aumento, desde el programa se encuentran a la espera de continuar con las jornadas de sensibilización en este segundo periodo en las diferentes comunas para así hacer cargue del listado censal del habitante de calle en la plataforma SISPRO. La dificultad se sintetiza específicamente en la verificación de la información entregada por los habitantes de calle, para hacer el cruce con la información ya consolidada y de esta manera determinar la cifra exacta del aumento dado que en este momento no se tiene.
Trabajo Articulado
Dado este panorama, viene trabajando con la ESIP, Convivencia Ciudadana, Espacio Público y diversas dependencias de la administración actual. Gracias a esa articulación están llegando a sectores donde se están cometiendo hechos delictivos como el robo de cableado del alumbrado público y semaforizaciones, por tanto, con cotidianidad se sensibiliza a la población en cuestión en relación a disminuir este flagelo que se viene presenciando.
En el microcentro de Neiva, uno de los puntos más álgidos, se vienen adelantando labores arduas para que ellos no permuten cerca a los restaurantes y sitios donde los ciudadanos hacen sus compras dado que la comunidad en general ha manifestado temor, intimidaciones y desconcierto. No obstante, es válido aclarar que esto se da por el accionar delictivos de algunos habitantes de calle, pero no todos representan un peligro directo para los residentes de la ciudad.
Por lo anterior, el programa Casa de Apoyo al Habitante de la Calle ofrece servicio de aseo, baño, desayuno, almuerzo, cedulación y vinculación con las EPS correspondientes a aquellos que adelantan los proceso, a quienes no, igual les dan los primeros servicios ofrecidos. Las comidas son en articulación con algunos empresarios para la población implicada que solicita alimentos en diversos puntos de comida.
Explicó también Heidy Johana Cardozo que, “Es una problemática difícil y lo complicado ha sido la asertividad por parte de los habitantes de calle. Ellos están en estas condiciones y no toman la decisión de resocializarse porque aquí aparte del programa de nosotros hay tres fundaciones más que trabajan por esta población que muchas veces no toman la decisión porque les gusta vivir en calle, no cumplir normas, reglas y entonces el mismo hecho de sensibilizar, ha sido lo difícil de la situación porque así trabajemos con todas las instituciones y demos garantías, ellos no toman la decisión de iniciar este proceso”.
Logros y preocupaciones
Quienes toman esta decisión igualmente son regulados por el Estado y la Policía Nacional, de allí la importancia de la articulación puesto que en primera instancia se brinda la sensibilización, pero si los habitantes de calle no cumplen con la norma entonces se procede a la parte judicial. Por año el programa Casa de Apoyo está logrando resocializar entre 12 y 16 habitantes de calle, sin embargo, esta cifra es baja teniendo en cuenta que por allí pasan entre 70 y 120 personas que no logran continuar porque la ansiedad los vence.
Esta cifra es preocupante, sin embargo, de acuerdo a las IPS a nivel nacional que manejan el tema de rehabilitación según la ley 1866, solo el 1% de sus pacientes se rehabilitan. Y en efecto, como se trata de un programa voluntario que tiene una duración de un año, cada cual toma la decisión de salir o continuar. Claramente, se conoce que el consumo de ellos no es social, por el contrario, es mucho más avanzado en los tres tipos de consumos que tienen, tales como: bazuco, pegante y alcohol etílico.
En ese sentido, el nivel de ansiedad es muy alto. Adicionalmente, estando bajo el efecto del consumo ellos no sienten dolor, pero cuando inicia su proceso de resocialización, nuevamente aparecen los dolores generados por las condiciones que viven en las calles, situación que también dificulta el avance.
Los puntos más álgidos de la ciudad respecto a esta situación que aqueja a la región son las comunas, 4, 7 y 6, allí permutan porque pueden obtener dinero a través de la mendicidad y el reciclaje. Precisamente, las acciones se adelantan principalmente en el microcentro de la ciudad, la avenida circunvalar, la toma y quieren empezar a trabajar hacia el Oasis, Canaima y los alrededores para hacer otro barrido para identificar la situación y garantizar los derechos de ellos.
Te puede interesar: ¿Incremento de moquillo en Neiva?
A la fecha hay 6 usuarios que son antiguos y que están en etapa sociolaboral, mediante esto se busca mostrarles a los demás habitantes de calle que si se puede tener inclusión a la vida social, laboral y familiar. El proceso radica en estar internado los dos primeros meses, para posteriormente, buscarles vinculación familiar. Allí permanecen ocupados en actividades lúdico recreativas y cursos. Lo más duro son los dos primeros meses de adaptación.
“Por eso es que queremos prevenir que lleguen más habitantes de calle y que se evite la situación de estadía en calle, en el municipio de Neiva, previniendo la edad de inicio del consumo y todo el flagelo que se está viviendo al entorno de las instituciones. Esto a través de alternativas mancomunadas que implementamos”, concluyó la líder del Programa Casa de Apoyo al Habitante de la Calle.
“Mientras nosotros abrimos una fundación, los jíbaros abren 20 ollas”
A su vez, Wblado Ordoñez, director de la fundación ‘Rescatados Por Su Sangre’, expresó que, “Mientras nosotros abrimos una fundación, los jíbaros abren 20 ollas y es por eso el incremento es muy alto y agresivo. Yo creería que también se debe a la ausencia de información de una manera mancomunada entre la academia, el hogar y la parte espiritual. Aquí tenemos 27 hombres y de esos, solo 5 son de Neiva, el resto viene de otros municipios del departamento”.
Finalmente, afirmó que esto se debe a un problema social dado que algunas jornadas que realiza durante las madrugadas en busca de habitantes de calle, se encontró con niños de 6, 7 y 8 consumiendo con sus padres de familia.
LA CIUDADANÍA OPINA
Sergio Trujillo, beneficiario del programa
“Yo llevo dos meses de proceso y la acogida acá ha sido buena, ha habido aprendizaje y varios factores al cual nos ha tocado acoplarnos. El tema siempre es complejo porque es como una enfermedad de adicción, entonces me tocó llegar a este medio para poder enfrentar este tema. Las enseñanzas son de manualidad, espacio para aprender de panadería y harto por aprender, ha sido interesante la estadía acá. Yo soy de La Argentina Huila y veo que Neiva es una ciudad muy libertina pues he tenido la oportunidad de estar en barrios populares y uno ve a la gente de muy temprana edad en esta problemática”.
Rubén Córdoba, educador del programa
“Esto ha aumentado mucho acá en la ciudad, pero hagamos énfasis en una situación que es que han venido de otras partes de Colombia. De Caquetá, Medellín, Cali, Barranquilla, Bogotá y llega porque aquí la gente es muy caritativa. Otro factor es que aquí la droga es más económica, lo que incrementa la drogadicción. Hay que apoyar a las fundaciones donde la gente entra a cambiar la vida, sería chévere que la gente apoye este tipo de cosas”.
César Augusto Ramírez, artesano beneficiario
“En este proceso llevo 15 días porque llevaba 5 meses y tuve una recaída con el alcohol y aquí hago artesanía, tejer, ayudo en la panadería, saliendo a vender y cosas así. Siempre dispuesto con las labores de la casa. Uno tiene sus altibajos, a veces estamos bien y otras veces con ganas de abandonar el proceso como tal, pero hay que superar todo y seguir adelante. Yo empecé con marihuana, el perico y desde hace 6 años no consumo nada de eso, solamente me deje llevar por el alcohol”.
