Un telón negro con letras plateadas y la palabra Kiss separaban a los miles de fanáticos del escenario, en el que verían a una de las bandas más importantes en la historia del rock dando su último concierto. El Movistar Arena de Bogotá sería testigo de la última presentación de la banda en Suramérica, en el marco de su gira “End of the Road World Tour”, un cierre épico que dejaría a todos sus seguidores con un show para recordar por el resto de sus vidas. Y en efecto, un concierto sin precedentes evidenció los asistentes al evento.
Recordemos que la banda se formó en 1973 con el bajista Gene Simmons y el guitarrista Paul Stanley, y tiempo después se unieron el baterista Peter Criss y el guitarrista Ace Frehley, cuyo lugar ocupan actualmente Eric Singer y Tommy Thayer. Los cuatro sabían que no querían ser una banda de rock común y corriente como los cientos que surgían todos los meses en Estados Unidos y Europa, pues querían marcar la diferencia, que, para la época, no era una tarea tan complicada.
Entre tanto, en ese entonces la estética rockera estaba lejos de incluir maquillajes al estilo de Kiss, y su vestuario ceñido al cuerpo, lleno de brillantes y diseños llamativos no era muy común para la época. Eran extravagantes, diferentes, polémicos y lo siguieron siendo hasta el día de hoy, esa fue su esencia y será su legado. Los show llamativos y poco convencionales remarcaron su historia y, precisamente, serán recordados por su particular estilo.
Caras pintadas, camisetas, gorras y pancartas se encontraban entre la multitud, que reunía generaciones distintas en un solo lugar. Personas mayores que fueron contemporáneas a la banda y crecieron con ella, gente de mediana edad que creció escuchando su música, e incluso jóvenes que se criaron con el legado musical de sus padres, y que por supuesto incluían a Kiss dentro de su colección de discos.
La banda encargada de inaugurar la gran noche fue Krönös, una agrupación caleña de hard rock y heavy metal liderada por el vocalista Jorge Fresquet. Más de 30 años de historia acompaña a Krönös, posicionándose como una de las bandas más importantes y longevas en la historia de este género en Colombia.
Así pues, hasta el momento, el show había sido lo suficientemente épico como para demostrar que, aunque los integrantes de Kiss ya pasan los 70 años, siguen rockeando como si tuvieran 20. A ellos el tiempo no les pasa, y sus fans lo evidenciaron cuando en medio de “Love Gun”, Paul literalmente voló por el recinto colgado de un arnés que lo transportó desde el escenario central, hasta una tarima ubicada en la parte trasera del Arena, y junto a su guitarra terminó la canción.
Básicamente, una noche mágica e inolvidable brindó Kiss a sus fanáticos, quienes sabían que esta era la última oportunidad para ver a la banda que se despide de los escenarios después de casi 50 años de trayectoria, pero que vivirá para siempre en los corazones de todos aquellos que se dejaron invadir por su música, su estilo y su magia.
Finalmente, Kiss se despidió de Bogotá con “God Gave Rock ‘n’ Roll to You II” y un emotivo video que incluía momentos importantes de la banda a lo largo de estas casi cinco décadas, cuando no eran nadie, y pasaron a ser una de las bandas más importantes de toda una era. Rememoraron su vida, sus buenos y malos momentos, sus victorias y derrotas para decirle adiós a un continente que los ama, los admira y siempre los recordará.