Sin lugar a dudas, la candidata María Fernanda Cabal por el Centro Democrático, con el número 100, se ha caracterizado por decirle al país- las cosas son como son-, bajo los fundamentos, según sus propias palabras, de “La seguridad como bien fundamental de la sociedad, el imperio de la ley a partir de una justicia que recobre su dignidad y les llegue a todos los ciudadanos, y la libertad como resultado y condición para el emprendimiento que genere riqueza y mayor equidad”.
Yo me pregunto si hay algún demócrata que no esté de acuerdo con esos principios fundamentales. Sin embargo, algunas personas la descalifican por la vehemencia y claridad se sus declaraciones, como cuando manifiesta: “La izquierda depredadora aparenta ser democrática”, “Propagandistas de la mentira”, o cuando califica al candidato de la izquierda como “Protegido por el foro de Sao Pablo y del grupo de Puebla”, o cuando dice: “Los derechos humanos se volvieron la combinación de formas de lucha perfecta para los anarquistas”. Considera igualmente que al país no se le pueden olvidar “Las acciones de hace 5 meses”, “El control territorial en manos de los bandidos”, ni el hecho evidente de que “Nos va a comer el narcotráfico”.
Igualmente, ha criticado duramente algunas actuaciones de Miembros de la Corte Constitucional, como la reciente sentencia de una tutela que protege a los cultivadores de coca, al impedir la fumigación con glifosato de los cultivos ilícitos.
Se ha confirmado la visita al Huila de la candidata para los días 4 y 5 de febrero próximos a los municipios de Neiva, La Plata, Pitalito y Garzón en donde expondrá su programa de acción en el próximo período del Senado de la República, y su posición frente a la crítica situación del país, la cual amerita nuestra decidida participación en las venideras elecciones.
LA POLÍTICA SE HACE O SE PADECE, escribió el gran Alzate Avendaño.
ADENDUM- Lamentamos sinceramente el fallecimiento de Beatriz Díaz de López, respetabilísima mujer Huilense, empresaria exitosa en las actividades agropecuarias, así como muy apreciada cabeza de una gran familia. Paz en su tumba.
