Desde esta tribuna hemos venido comentando la problemática climática que está afectando a la sociedad huilense por las altas temperaturas que estamos soportando desde hace tres meses y que de acuerdo con los informes del Ideam, el fenómeno del niño apenas está comenzando y se tiene previsto que vaya hasta el mes de abril del próximo año. Este panorama desalentador se está presentando en todo el país. Tienen en jaque el bienestar general de las familias. Estamos sintiendo los efectos del calentamiento global, que se está manifestando por el calor intenso que estamos sintiendo durante el día y que, por las noches, se presentan unas sensaciones de calor que nos tienen desesperados. Mientras la humanidad se desgasta en debates, a menudo manipulados y estancados, las imágenes de otros países, que están afectando la supervivencia de los seres humanos y daños en la dinámica productiva, mientras los políticos están viendo impotentes la magnitud de un reto para el que no estamos preparados. Son un contraste contundente.
Estamos en emergencia climática. No estamos ni cerca de estar listos para evitar sus peores consecuencias. Las diferencias de temperatura, presión atmosférica y lluvias que se presentan de manera esporádica, no se deben a un cambio en los patrones de dirección de los vientos, sino a la dirección este-oeste de las corrientes marinas en la zona intertropical. Pero existe un fenómeno bastante degradante que está ocurriendo en el Huila. Es el incremento de incendios forestales, que tienen en ascuas a todas las autoridades locales y a los organismos de socorro.
Paralelo a lo anterior, los embalses del Quimbo y Betania se encuentran en un 42% promedio que ha colocado en alerta a los productores de pescado en las jaulas que se encuentran ubicadas en dichas represas. Igualmente, la producción de electricidad se ha disminuido lo cual puede contribuir a un aumento del costo del kilo watio hora en la bolsa energética y por consiguiente puede provocar un incremento de la energía en los recibos de la luz. Hay que destacar el accionar del gobierno nacional para afrontar esta problemática. En respuesta a las condiciones del fenómeno El Niño en 2023 y 2024, el Ministerio de Minas y Energía, dirigido por Andrés Camacho, emitió la resolución 40619. Esta resolución establece medidas temporales para las exportaciones de electricidad en Colombia. La principal decisión es exportar únicamente la energía no necesaria para satisfacer la demanda local. Estas medidas estarán vigentes hasta el 30 de abril de 2024.
El medio ambiente se encuentra en serios problemas para conservar su equilibrio, producto de los drásticos daños sufridos, que han sido causados por la industrialización y el crecimiento demográfico inadecuado, lo cual ha generado un temor generalizado entre nosotros, porque se encuentra en vilo el bienestar actual y el de las próximas generaciones.
